‘Brexit’: Boris Johnson gana las elecciones internas del Partido Conservador y será el nuevo primer ministro británico

El exministro y exalcalde de Londres ha derrotado a Jeremy Hunt en la votación final y ha prometido "unir al país".

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Boris Johnson ha certificado este martes su desembarco en el 10 de Downing Street con una victoria aplastante: el exministro de Exteriores y exalcalde de Londres ha ganado las elecciones internas del Partido Conservador duplicando los votos de su último rival, el actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, por lo que este miércoles sucederá a Theresa May, que deja el cargo abrasada por la gestión del Brexit, y logrará su gran objetivo de convertirse en primer ministro del Reino Unido.

La última votación, en la que participaban ya todos los afiliados tories, ha arrojado un resultado incontestable, con 92.153 votos favorables a Boris Johnson, más del 66 % del total, frente a los 46.656 recabados Jeremy Hunt. Y todo ello con una participación elevada de los militantes: ha votado el 87,4 % de los 159.320 que podían hacerlo, según ha detallado Cheryl Gillan, responsable del Comité 1922, el encargado de organizar las primarias, lo que refuerza aún más la autoridad de Johnson al frente del partido.

En cualquier caso, Boris -como le conocen los británicos- es consciente de que no concita un consenso unánime, por lo que ha tratado de insuflar optimismo a los conservadores, con un llamamiento a la unidad. «Sé que habrá gente por ahí que cuestionará el juicio de vuestra decisión», ha admitido en un breve discurso pronunciado poco después de anunciarse el resultado de la votación, aunque ha recalcado: «No estamos intimidados por el reto, sabemos que podemos lograrlo».

Completar el Brexit, unir al país y derrotar a Jeremy Corbyn. Eso es lo que vamos a hacer

Ese reto lo ha resumido en los tres objetivos que ha reiterado a lo largo de la campaña de las elecciones internas: «Completar el Brexit, unir al país y derrotar a [el líder de la oposición, el laborista] Jeremy Corbyn. Eso es lo que vamos a hacer», ha vuelto a prometer, aunque añadiendo este martes un cuarto eje, al asegurar que «vamos a revitalizar al país». Los asistentes al acto en el centro de conferencias Queen Elizabeth II, frente al Parlamento de Westminster, le han tributado una sonora ovación.

El Brexit, el 31 de octubre

Su victoria representa la de los brexiteers más acérrimos, aquellos que nunca aceptaron la prudencia de May -que defendió la permanencia en el referéndum de 2016- y que anhelan salir de la Unión Europea a cualquier precio. En este sentido, Johnson se ha vuelto a comprometerse a que Reino Unido abandone el bloque comunitario sin nuevos aplazamientos: «Vamos a realizar el Brexit el 31 de octubre», ha señalado, sin más precisiones, aunque en las últimas semanas ya había dejado claro que forzará la salida con o sin acuerdo, cueste lo que cueste.

«Aprovecharemos todas las oportunidades que el Brexit traerá», ha argumentado, antes de avanzar que en los próximos días formará su gabinete: «El trabajo empieza ahora». Está previsto que Theresa May acuda este miércoles a su última sesión de control ante el Parlamento de Westminster y que después presente su dimisión ante la reina Isabel II, quien luego encargará a Boris Johnson la formación de un nuevo Gobierno.

La elección de Johnson se daba por descontada desde hace semanas, no solo por la amplia ventaja que consiguió sobre todos sus rivales en las sucesivas rondas eliminatorias de las elecciones internas, sino porque desde el primer momento se convirtió en la única esperanza de los tories para hacer frente al ascenso del Partido del Brexit, liderado por Nigel Farage y que arrasó en las elecciones europeas a lomos de la frustación de quienes quieren abandonar ya la Unión Europea.

No está claro, sin embargo, que lo que parece una buena elección para el partido lo sea también para el conjunto de la sociedad británica, muy polarizada entre partidarios y detractores del Brexit. Johnson es carismático y decidido, pero también impulsivo y divisivo, por lo que su elección abre numerosas incógnitas, también entre sus compañeros de partido. Así, en los últimos días se ha producido un goteo de dimisiones de altos cargos del Gobierno de Theresa May ante su desembarco en Downing Street, e incluso este mismo martes ha anunciado su renuncia el ministro de Justicia, David Gauke.

Convencer al Parlamento

Pese a todo, la amplitud de su victoria otorga a Johnson la autoridad suficiente para diseñar un Gobierno a su medida, sin los equilibrios entre distintas sensibilidades a los que tuvo que atender May. Aunque no será lo mismo en el Parlamento, donde los tories, como el resto de grupos y como el conjunto de la sociedad británica, siguen divididos en torno al Brexit.

Así, el principal obstáculo para Boris Johnson, si es que pretende provocar el Brexit incluso sin acuerdo, será el mismo que se ha encontrado Theresa May para sacar adelante su acuerdo, la falta de una mayoría parlamentaria clara. Y aunque se ha especulado con la posibilidad de que Johnson suspenda las sesiones parlamentarias para forzar la salida abrupta, una maniobra que roza la inconstitucionalidad, los comunes han empezado a protegerse, al aprobar una enmienda que les permitiría reunirse.

Johnson ha asegurado que, antes de alcanzar la fecha límite, buscará renegociar el acuerdo de salida con Bruselas, que se mantiene firme en que no reabrirá lo que ya cerró con May. «Esperamos trabajar de forma constructiva con el primer ministro Boris Johnson cuando tome posesión, para facilitar la ratificación del Acuerdo de Retirada y conseguir un Brexit ordenado», ha reiterado este martes en un tuit el negociador europeo, Michel Barnier, quien solo ha dejado la puerta abierta a «rehacer la declaración [política] sobre la nueva relación».

Quien sí ha felicitado efusivamente al primer ministro in pectore ha sido su amigo Donald Trump: “Felicidades a Baoris Johnson por convertirse en el nuevo primer ministro de Reino Unido. ¡Lo hará genial!”, ha escrito en Twitter el presidente de Estados Unidos.

RTVE