El Fusarium refuerza el control en las fronteras

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Un tráiler, que viene de Ipiales, se divisa desde el paso fronterizo. Va a cruzar el puente internacional de Rumichaca (Carchi) que une a Ecuador y Colombia. Entonces, una funcionaria de Agrocalidad hace señas para que se detenga. El vehículo avanza por el carril izquierdo y allí, frente a una carpa blanca, para la marcha. Otro funcionario, este vestido con un traje especial de color blanco para la desinfección, se coloca la bomba de fumigación sobre su espalda. Anota los datos en una hoja de registro: producto: papel; procedencia: Cali. Y enseguida empieza a rociar un líquido, amonio cuaternario al 20 %, en las llantas. Las cubre por completo. El objetivo: eliminar cualquier rastro del hongo Fusarium Raza 4 que podría llegar desde el vecino país.

Los vehículos que llevan plátano verde a Colombia y luego vuelven, reciben, tras ser fumigados, un sello. Esto es parte del control fronterizo que lleva adelante el Gobierno para no permitir que el hongo mortal del banano tan siquiera se acerque al país.

La labor forma parte de los planes y medidas de bioseguridad que el Gobierno viene implementando desde hace dos meses, cuando en la región saltó la alerta de que el Fusarium había llegado a las fincas colombianas. Desde ese entonces, la inspección, según la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro(Agrocalidad), no ha parado en fronteraspuertos y aeropuertos, pero sin que hasta el momento se conozca un balance oficial de lo ejecutado.

Este Diario, en una visita en la frontera, pudo corroborar que la fumigación de los vehículos no es todo. En el paso peatonal, la misma funcionaria que se encargó de parar el tráiler revisó las maletas de los extranjeros que ingresaron a Ecuador. Lo hizo en una mesa de madera, bajo una carpa y ante la vista de la Policía. La gente no puede transportar productos vegetales ni animales. Cero material propagativo. Una fuente confirmó a este Diario que en esa misma frontera, hace tres semanas, decomisaron tres colinos de plátano que intentaban pasar personas venezolanas. (No hubo detalles si estos contenían el hongo).

En cuanto a la desinfección del calzado, se pudo observar que se emplea una alfombra que, cada cierto tiempo, es regada con el mismo químico: amonio. Todos los que cruzan el puente deben atravesar por ahí. Las plantas de los zapatos se mojan. Y un rótulo lo anuncia. Según el registro, hasta el mediodía del martes pasado, se habían fumigado 46 vehículos. Dicen que están más atentos con los tráileres que llegan de las zonas calientes de Colombia: Cali y Medellín. El operativo, indican, es 24 horas y los siete días de la semana.

Fuente: Expreso