La Virgen de El Cisne bendijo a Cuenca y cuatro cantones vecinos

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Vistiendo un elegante traje de Chola Cuencana arribó -este viernes 11 de septiembre del 2020, la imagen de la Virgen de El Cisne a la capital azuaya. Cientos de familias salieron a las calles, parques y a los balcones de sus casas para recibir la bendición desde el cielo. A las 09:45 descendió el helicóptero del Ejército en la amplia cancha de la Tercera División del Ejército Tarqui, en el norte de Cuenca.

La aeronave trajo a la Sagrada Imagen desde la parroquia lojana de El Cisne y llegó acompañada del rector del Santuario, Sócrates Chinchay. Los Granaderos de Tarqui les recibieron con una calle de honor. La imagen religiosa fue ubicada en un llamativo altar de rosas rojas y blancas. A las 10:00 empezó la eucaristía de bienvenida, por parte de monseñor, Marcos Pérez Caicedo y más de una docena de sacerdotes.

Unas 100 personas entre militares y civiles participaron en la eucaristía manteniendo los protocolos de bioseguridad: lavado de manos al ingreso de la institución, desinfección de prendas, uso de mascarilla y distanciamiento físico. No hubo el intercambio de saludo de la paz, pero los presentes sí pudieron participar de la comunión ofrecida por Monseñor Pérez.

“Es un momento de encuentro con Jesús vivo y con María Santísima, dijo Julia Durán, de 72 años, tras comulgar. Se arrodilló y mientras rezaba unas lágrimas rodaban por sus mejillas. “Este año por la pandemia no pude ir a El Cisne a rezar para que siga protegiendo a mis cinco hijos que están en Estados Unidos, pero ‘las Churonita’ bendita vino a visitarnos y eso es por su amor infinito”, dijo. Al finalizar la eucaristía, volvió a descender el helicóptero para llevarse a la imagen al sobrevuelo por la ciudad de Cuenca y los cantones vecinos de Azogues, Gualaceo y Chordeleg.

Le acompañaron Monseñor Pérez y Santiago Almeida, comandante de la Tercera División. Primero ingresó al Centro Histórico donde decenas de personas la esperaron con globos de helio, blancos y celestes, que dejaron ir al cielo cuando vieron a la nave. Luego avanzó por el sureste para bendecir a los hospitales centinelas José Carrasco Arteaga y Vicente Corral Moscoso, que atienden a pacientes de covid-19.

También recorrió las parroquias Yanuncay y Totoracocha, donde las viviendas fueron adornadas con globos y los devotos salieron a aplaudir. En el barrio Miraflores algunas familias soltaron cohetes en señal de alegría y agradecimiento. Mientras tanto, en Azogues, Gualaceo, Chordeleg y Paute no hubo eventos en tierra y al regresar de esas ciudades descendió otra vez en la Tercera División para bendecir a los devotos que se concentraron y esperaron para recibir la bendición de cerca.

Desde el interior, militares cargaron a la imagen y avanzaron por el cercado interior, acompañado de Monseñor, mientras los devotos recibían la bendición desde los exteriores. Dos artesanos devotos le entregaron trajes nuevos para que vista en cualquier ocasión. A eso de las 14:00 estuvo previsto el retorno de la Santísima Virgen a la Basílica en la parroquia lojana de El Cisne.

Fuente: Diario EL COMERCIO