Dictan prisión preventiva para dos policías sospechosos de crimen en Cuenca

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Dos policías en servicio activo son procesados por su presunta participación en el robo y muerte de un ciudadano, cuyo cuerpo fue hallado con varias puñaladas en la casa que habitaba en Cuenca, provincia del Azuay.

En la audiencia de formulación de cargos, realizada la noche del viernes, 26 de agosto de 2022, el juez Franklin Barahona dictó la orden de prisión preventiva para Mario David N. y Cristian Paúl A., en contra de los cuales la Fiscalía presentó elementos de convicción que los vincularía a los delitos.

Luis Bautista, de 50 años, fue encontrado sin vida alrededor de las 10:30 del 25 de agosto, en el segundo piso de la vivienda. El cuerpo estaba cubierto con una cobija, tenía las manos amarradas a la espalda y varias heridas en todo el cuerpo.

En la escena del crimen, agentes levantaron un cuchillo y varios indicios como muestras de máculas de sangre que estaban en piso y paredes, informó la Fiscalía. El informe de la autopsia médico-legal señala que la víctima recibió 54 puñaladas que laceraron sus pulmones y provocaron una hemorragia aguda interna y externa.

Dentro de la investigación se revisaron las cámaras de seguridad. Estas muestran que horas antes, a las 05:13, llegó hasta el domicilio de Luis Bautista un patrullero con los policías ahora procesados y otro que conducía el vehículo.

Según dice la Fiscalía, Mario David N. y Cristian Paúl A. se bajaron del patrullero y ordenaron al conductor que se quedara. En las imágenes de las cámaras se los observa revisar los exteriores del inmueble y luego ingresar por las puertas del parqueadero que estaban abiertas. Minutos después, estos salen con unas fundas que colocan en la cajuela del vehículo y acto seguido se retiran del lugar.

Los gendarmes procesados pertenecen a la Unidad de Policía Comunitaria San Blas que, según la información proporcionada por el ECU 911, fueron enviados para revisar la vivienda de la víctima, debido a que en las cámaras de seguridad se observó que las puertas permanecían abiertas.

En las viviendas de los policías procesados, las autoridades hallaron zapatos, un DVR, una computadora, una cadena de oro y billetera con documentos personales. Todos pertenecían a la víctima.

Además, las botas y uniformes de los sospechosos estaban manchados con máculas de sangre. En la vivienda del conductor del patrullero no se encontraron indicios.

El artículo 189 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) estipula que «si a consecuencia del robo se ocasiona la muerte, la pena privativa de libertad será de 22 a 26 años».

Fuente: El Comercio