El Vaticano hace tiempo que observa con cierta preocupación el papel de algunas conferencias episcopales del mundo respecto a la prevención y el tratamiento de los casos de abusos a menores. Muchas de ellas, como la española, apenas han tenido contacto con las víctimas y han mirado hacia otro lado durante mucho tiempo. Por eso, en su primera carta pública, el comité organizador del histórico encuentro que tratará la cuestión en el Vaticano el próximo febrero “urge a los presidentes de las conferencias episcopales a visitar y encontrarse con víctimas” antes de desembarcar en Roma. Una llamada de atención que reconoce un problema básico y busca que el encuentro no termine siendo un mero lavado de imagen, como temen algunos expertos en la materia.
La carta, firmada por los cuatro miembros de la organización (los cardenales Blase J. Cupich y Oswald Gracias y los arzobispos Charles J. Scicluna y Hans Zollner), elegidos por el papa Francisco para esa tarea, es una llamada al orden para que los presidentes de las conferencias episcopales lleguen en febrero con los deberes hechos. El tratamiento de la cuestión es muy desigual en todo el mundo. Mientras países como Alemania, EE UU o Irlanda han avanzado mucho, otros como España siguen todavía en una fase inicial. “Mientras no haya una respuesta completa y comunitaria, no solo no lograremos curar a las víctimas/supervivientes de los abusos, sino que la credibilidad de la Iglesia para llevar a cabo la misión de Cristo estará en peligro en todo el mundo”.
El propio Hanz Zollner, portavoz del comité, explicó a este periódico hace unas semanas que “la Conferencia Episcopal española puede hacer mucho más” en el tema de los abusos. Y una de esas cosas, igual que sus homólogas en otros países han hecho ya, es acercarse a las víctimas. “El primer paso debe ser reconocer la verdad de lo que ha sucedido. Por esta razón, urgimos a cada presidente de conferencia episcopal a acercarse y visitar a víctimas que han sufrido abusos por parte del clero en sus respectivos países antes de la reunión de Roma, y aprender así de primera mano el sufrimiento que han soportado”.
Cuestionario básico para la reunión
Además, junto a la carta que les han hecho llegar y que el servicio de prensa de la Santa Sede ha hecho pública esta mañana, se ha mandado también un cuestionario que cada conferencia episcopal deberá rellenar “lo antes posible”. El contenido no se ha hecho público todavía, pero el comité lo considera básico para el desarrollo de la reunión: “Proporciona una herramienta para que todos los participantes en el encuentro de febrero expresen sus opiniones de manera constructiva y crítica, a medida que progresamos en la identificación de dónde se necesita ayuda para llevar a cabo reformas ahora y en el futuro, y para ayudarnos a tener una visión completa de la situación en la Iglesia”.
El Vaticano es consciente de que la crisis desatada por los escándalos masivos de abusos y encubrimientos está afectando enormemente a la credibilidad de la Iglesia y a la imagen de este pontificado. Por eso, el director de comunicación del Vaticano, Greg Burke, también ha subrayado posteriormente el papel de la petición sin ahorrar en adjetivos. «Los organizadores urgen a los participantes a reunirse con las víctimas en su propio país antes de venir en febrero. Es una manera concreta de poner a las víctimas primero y darse cuenta verdaderamente del horror que han vivido».
Fuente: El País