A las 22:00 del martes 6 de febrero de 2018, se registró un incendio en una lubricadora de la cooperativa Juan Montalvo, norte de Guayaquil. El ECU911 Samborondón coordinó la atención con elementos del Benemérico Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG), que movilizó más de 30 unidades; Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), Policía Nacional y Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Esta fue una de las 3’694.546 emergencias que el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 atendió entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2018 a nivel nacional, gracias a la coordinación con los diferentes organismos de socorro. Según un balance entregado por la institución, en el mencionado periodo fueron salvadas al menos 1’226.047 vidas en todo el país.
Del total de emergencias atendidas en 2018, el 70% (2’569.337) corresponde a Policía Nacional; el 15% (559.543) a Gestión Sanitaria, el 9% (319.586) a Tránsito y Movilidad, el 3% (126.969) a Servicios Municipales, el 2% (80.639) a Gestión de Siniestros, el 1% (21.371) al Servicio Militar y el 0,5% (17.101) a la Gestión de Riesgos.
Foto Cortesía ECU911
Según el balance oficial, durante 2018 se atendió un promedio mensual de 307.879 emergencias. Sin embargo, el número de casos se incrementó en septiembre en un 8,7% y en diciembre, un 9,3%.
El 33% (1’226.047) de las emergencias atendidas durante 2018 -que se recibieron a través de los reportes ciudadanos al 9-1-1 o mediante el sistema de videovigilancia- corresponden a Clave Roja, es decir, son aquellos incidentes en los que existe un riesgo inminente para la vida de las personas.
Al establecer una comparación entre los años 2017 y 2018, se evidencia un incremento del 11% en el número de reportes. Durante 2018, el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 coordinó 352.986 emergencias más que en 2017.
“Estas estadísticas son indicadores que permiten evidenciar que la confianza ciudadana en cuanto al reporte de emergencias al 9-1-1 experimenta un crecimiento que va de la mano con la gestión institucional”, puntualiza el comunicado. (I)
Fuente: El Telégrafo