Dos aves endémicas de las islas Galápagos, el pinzón de manglar y el papamoscas bermellón, se encuentran en peligro de extinción catalogado así por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por ello, la Fundación Charles Darwin (FCD) junto con la Dirección del Parque Nacional Galápagos (GNPD) realizaron y publicaron el estudio denominado ‘Plan de Conservación de Aves Terrestres: Estrategias para revertir la disminución de las aves paseriformes en Galápagos’.
Si bien la presencia de estas aves se ha reducido en algunas islas, en otras se han extinguido. El estudio señala que «la mayor amenaza para las aves terrestres es la mosca invasora, Philornis downsi». Se trata de una mosca parasitaria que fue introducida en Galápagos accidentalmente y que se alimenta de la sangre de los pichones.
Otras de las razones del decrecimiento de la población de pinzones están relacionadas con la depredación del pájaro garrapatero aní, las ratas y los gatos, los cambios de hábitat y las enfermedades como la viruela aviar.
Galápagos Conservacy con la FCD y la GNPD investigan las opciones para proteger a las especies icónicas de la desaparación en Galápagos. Los objetivos a largo plazo son: reducir permanentemente el impacto de la mosca Philornis downsi, prevenir nuevas extinciones de especies o poblaciones de aves y restaurar las poblaciones de aves terrestres que están en declive.
Según menciona el estudio, del pinzón de manglar tan solo quedan 100 ejemplares. Para restaurar su población implementaron un programa de cría en cautividad para este tipo de pinzones. Mientras que el Papamoscas bermellón, especie que habitaba en ocho islas, se extinguió de San Cristóbal, recientemente en la isla Floreana y está en peligro la población de Santa Cruz.
Experimentos revelaron que el Papamoscas bermellón resiste mejor al parásito de la mosca Philornis downsi cuando la calidad de los alimentos que consume es alta y cuando tiene acceso a abundante comida.
Fuente: El Comercio