El canciller de Ecuador, José Valencia, considera que la actuación de las fuerzas del orden durante las protestas que sacudieron a Ecuador a principios de octubre fue “mesurada” y destaca que de las siete personas que perdieron la vida ninguna lo fue por armas de fuego.
En una entrevista con Efe en Pekín, donde hoy concluye una visita oficial, Valencia opinó que las protestas indígenas fueron aprovechadas por “grupos violentos que trataban de sacar partido para agendas políticas muy particulares”, aunque reconoce que todavía tienen “muchos retos que atender” en el país para que las “brechas sociales se vayan equilibrando”.
El canciller recalca que -a diferencia de su antecesor, Rafael Correa- el presidente, Lenín Moreno, siempre ha tenido una actitud dialogante hacia la comunidad indígena, cuya mayoría -asegura- no está por acciones violentas.
PREGUNTA: ¿Cuál ha sido el resultado de su visita a China?
RESPUESTA: El propósito principal ha sido la octava reunión de consultas políticas a nivel de cancilleres con mi homólogo chino, Wang Yi. Pasamos revista a la agenda bilateral del Ecuador con China desde una perspectiva política pero que abarca el amplio abanico de nuestras relaciones.
Adicionalmente, hice entrega del documento por el que Ecuador se convierte en miembro del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BID), lo que es una muy especial oportunidad para nuestro país de integrarnos adicionalmente a la cuenca del Pacífico y a los países que están vinculados a este banco. He mantenido también un encuentro protocolar con el vicepresidente chino, Wang Qishan.
P: ¿Qué se ha avanzado desde hace un año, cuando Ecuador firmó su adhesión a la iniciativa china de la Franja y la Ruta?
R: Estamos concretando el memorando de entendimiento, que es el marco mediante el que Ecuador se integra en la Franja y la Ruta. Intentando concretar proyectos más específicos, estamos trabajando en ello, esperamos que empiece a surtir resultados dentro de poco por vía del plan de implementación.
P: ¿Ha recuperado Ecuador el tiempo perdido respecto a otros países latinoamericanos en su relación con China?
R: Hemos realizado avances, todavía creemos que tenemos campo por avanzar. La balanza comercial del Ecuador con China tiene un superávit importante a favor del país asiático. Nosotros no vemos eso necesariamente como un obstáculo, todo lo contrario, más bien es un desafío para que el sector productivo ecuatoriano trate de buscar nuevas opciones para ingresar y posicionarse en el mercado chino.
P: ¿Hay el riesgo de que se vuelvan a repetir las protestas que sacudieron Ecuador a principios de octubre?
R: han sido días muy tensos los que vivimos. Tal vez no se interpretó adecuadamente la motivación del Gobierno nacional de equilibrar las finanzas públicas que nos traería un beneficio global a todos como sociedad. Junto a las protestas que se generaron también hubo la acción de grupos que, al margen de la ley, quisieron aprovecharse de esas protestas y crearon y sembraron el caos en el país.
La normalidad ha regresado, eso no quiere decir que el problema se haya solucionado al ciento por ciento, continúan los contactos y las conversaciones, confiamos en que en democracia, como debe ser, los problemas se resuelvan por métodos pacíficos, por diálogos y por entendimientos.
P: ¿Fue la eliminación de los subsidios a la gasolina la única causa o existen razones más profundas para el descontento y las protestas?
R: Fue una causa inesperada. En toda sociedad hay gente que piensa que sus expectativas no se han colmado. Ciertamente Ecuador es un país en desarrollo y todavía tenemos muchos retos que atender a fin de que las brechas sociales se vayan equilibrando. Lo importante es trabajar conjuntamente para resolverlos de manera pacífica, no creemos que una solución violenta o que altere la paz social o, peor todavía, que trastorne el orden democrático sea una respuesta adecuada.
P: El presidente, Lenín Moreno, atribuyó lo sucedido a grupos impulsados por su antecesor Rafael Correa. ¿Cree usted que realmente fue así cuando los grupos indígenas han criticado también a Correa?
R: Moreno ha sido particularmente sensible a los temas indígenas. A diferencia de lo que ocurría antes cuando se les acusaba de cometer incluso actos de terrorismo, Moreno siempre ha tenido una actitud dialogante hacia el sector. El anterior Gobierno expropió la sede de la organización indígena CONAIE en Quito y fue Moreno quien se la devolvió. Ha habido también políticas públicas para restablecer la educación bilingüe.
No creo que la mayor parte del movimiento indígena esté por acciones violentas como se produjeron en Quito, con incendio de edificios públicos, ataques a medios de comunicación, actos vandálicos que conmovieron a la sociedad ecuatoriana.
P: A las protestas de Ecuador siguieron las de Chile, Bolivia, Perú. ¿Qué está pasando en América Latina? ¿Se está fraguando una ola de descontento popular?
R: No me parece que haya un común denominador muy claro, aunque somos países en desarrollo donde hay una serie de problemas sociales. Pero creo que responden a contextos distintos. No es una ola general de descontento porque no responden a un factor específico y se da en gobiernos que tienen distintos modelos políticos, que tienen además distintas formas de encarar realidades económicas, que están en distintos momentos económicos también.
P: La actuación policial durante las protestas en Ecuador ha recibido numerosas críticas, entre ellas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
R: Hemos demostrado de manera fehaciente como Gobierno nacional que la actuación de las fuerzas del orden fue una actuación ceñida a los protocolos institucionales, que además fueron adoptados siguiendo modelos de Naciones Unidas para este tipo de circunstancias.
Hay que lamentar que siete personas perdieron la vida pero ninguna lo fue por el uso de armas de fuego. Ocurrieron en accidentes que, en el marco de las manifestaciones, se suscitaron en distintos momentos y en distintos sitios del país. La actuación de las fuerzas del orden ecuatorianas más bien creo que fue una actuación mesurada.
La fuerza pública tuvo enfrente actos de violencia que nunca se habían visto en el país. No fue ni mucho menos una protesta pacífica lo que ratifica las razones del Gobierno de que aparte de los reclamos de quien estaba descontento hubo este otro proceso violento, caótico, de sabotajes, desestabilizador.
P: La Audiencia Nacional española está investigando a la empresa de seguridad UC Global, encargada de la vigilancia de la Embajada de Ecuador en Londres, por supuestamente espiar a Julian Assange. ¿Actuarán ustedes judicialmente contra esa empresa?
R: En este momento está en curso un procedimiento legal en España. Si se llega a comprobar que hubo un uso indebido por parte de personas de la compañía UC Global, el Estado ecuatoriano va a actuar legalmente y va a interponer una demanda porque la quiebra del contrato sería evidente y sería una infracción legal claramente determinada, ya no por una opinión de tal o cual persona, sino judicialmente establecida.
Fuente: Diario El Mercurio