Dia Internacional de los Afrodescendientes se celebra el 31 de agosto

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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) resaltó la conmemoración del Día Internacional de las personas Afrodescendientes, que se celebra cada 31 de agosto. En sus redes sociales, publicaron mensajes en favor de la comunidad afrodescendiente alrededor del mundo.

La lucha en favor de sus derechos y libertades es la temática principal que enmarca este importante día en todo el mundo. Múltiples naciones y autoridades se pronunciaron con mensajes de respeto a sus derechos e intolerancia al racismo y cualquier manera de exclusión a este conglomerado, que históricamente ha sido perseguido, atacado y vulnerado por régimenes, grupos racistas, propaganda, entre otros.

En 2020, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos presentó un informe como parte del Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Allí, detallan múltiples atropellos alrededor del mundo, y medidas para combatir este tipo de hechos, enfocados en justicia social e igualdad de derechos para este grupo.

Como parte de las medidas, la ONU declaró el 31 de agosto como Día Internacional de los Afrodescendientes. Este día quedó retratado como parte de la resolución «Promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los africanos y los afrodescendientes frente al uso excesivo de la fuerza y otras violaciones de los derechos humanos por los agentes del orden».

ONU también declaró un combate continuo contra el racismo sistémico que; a pesar de verse reducido desde 2015 según el informe de la Oficina de Derechos Humanos; ha cobrado miles de vidas en todo el mundo, y normaliza discurso de rechazo, odio y exclusión, por parte de grupos de poder y autoridades.

El Día Internacional de los Afrodescendientes fue declarado después de dos casos de racismo sistémico en EE.UU., cuya repercusión llegó a muchos rincones del planeta, que reflejando su lucha, apoyaron y protestaron en contra de la violencia a las personas afrodescendientes.

El primer caso es el de la afroamericana Breonna Taylor, en Louisville, Kentucky. La mujer de 26 años fue asesinada en medio de un tiroteo entre agentes de la policía y su novio, Kenneth Walker. Era técnica en emergencias sanitarias, ocupación importante por el contexto de la pandemia del covid-19.

En la madrugada del 13 de marzo de 2020, tres policías se encontraban en la búsqueda de dos sospechosos de comercializar sustancias sujetas a fiscalización. Por este motivo, perpetraron en el departamento de Taylor, que se encontraba junto a su novio. Él confundió a los agentes con ladrones, por lo que empezó a disparar para que se retiren del inmueble. Los policías respondieron con más de veinte disparos a sangre fría, de los cuales 8 alcanzaron a la mujer afrodescendiente.

La policía aún mantiene investigaciones del caso y han condenado a dos de los policías por brutalidad y uso excesivo de fuerza. Además, existen incógnitas sobre la necesidad de la orden de registro al departamento de Taylor, ya que no existían pruebas suficientes para un registro sin aviso, no se encontraron drogas en el lugar, y los dos sospechosos ya se encontraban en custodia policial.

El segundo caso fue el de George Floyd, ocurrido en Mineapolís, Minnesota. El hombre fue agredido y asesinado por el agente Derek Chauvin el 25 de mayo de 2020, quién lo acostó contra el suelo y puso su rodilla sobre su cuello por 8 minutos y 46 segundos, lo suficiente para asfixiarlo.

Floyd fue acusado de intentar hacer trampa en un local de comestibles utilizando un billete falso de USD 20. Él contaba con antecedentes penales relacionados con microtráfico. En Minnesota había trabajado como seguridad de un restaurante. Durante su arresto, suplicó al policía que deje de asfixiarlo, con el emblemático lema ‘I can’t breathe’. El hecho fue presenciado por cuatro polícias, incluido él que lo asesinó.

Su muerte fue el punto de inicio de una serie de protestas alrededor de EE.UU. en busca de justicia social y respeto a los derechos de los afrodescendientes. Incluso organizaciones como la NBA apoyaron y presionaron para motivar al Gobierno a realizar una serie de medidas para combatir la injusticia racial y la brutalidad policial. A su vez, dejó en evidencia otros hechos relacionados con racismo en años previos.

Colectivos afrodescendientes alrededor del mundo organizaron mitines y protestas pacíficas en favor del respeto a sus derechos. Ellos exigen que los estados sigan cumpliendo con su deber de protección a los suyos, como el acceso a todos los derechos, sin importar su nombre o color de piel.

El racismo, o cualquier tipo de exclusión al grupo afrodescendiente, es penado en múltiples países como infracción a los Derechos Humanos. Sin embargo, aún existen muchas falencias en el sistema, tanto judicial y penal, como en la propia sociedad, que no permiten culpar y penalizar a los actores sociales que normalizan y ‘alientan’ este tipo de prácticas.

Fuente: El Comercio