Organizaciones civiles y campesinas protagonizan una nueva jornada de protestas en Perú

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Las protestas forman parte de lo que los manifestantes llaman “paro nacional”. La movilización, que es la continuación de la iniciada tras el arresto del expresidente Pedro Castillo en diciembre, pide la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso.

Continúan las muestras de descontento en Perú. Este sábado 4 de febrero fue interrumpido el tránsito en más de 70 puntos en el sur de la nación. Entre las vías afectadas se encuentran 16 de circulación nacional. Puno, Cusco, Madre de Dios, Junín y Apurímac son las zonas con más movilizaciones, pero también Lima, la capital.

“Nosotros no vamos a renunciar a esta lucha, la que tiene que renunciar es la señora usurpadora (Dina Boluarte) y el Congreso que arreglan todo para no tener que mejorarnos nada. Solo nos roban y le dan nuestras riquezas a las empresas que no son peruanas”, afirmó una de las participantes en las marchas de Puno.

Y es que los manifestantes presentan reclamos similares desde el inicio de las protestas: el adelanto de las elecciones generales a este año, el cierre del Congreso, la convocatoria de una Asamblea Constituyente y la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.

En Lima, capital del país, los distritos menos favorecidos del norte de la ciudad también se alzaron, y la policía lanzó gases lacrimógenos. La prensa local comunicó que hay varios detenidos.

Las muestras de descontento han dejado al menos 59 muertos, entre los que se encuentra un policía que fue quemado vivo por unos manifestantes. A estos decesos se suman casi una decena producto de los bloqueos de las vías, principalmente personas enfermas que deben ser trasladadas y no llegan a tiempo a los centros de salud.

Artistas contra la violencia

Mientras se tensaba la situación en el centro de Lima, un grupo de artistas decidió manifestarse de manera pacífica en las zonas residenciales donde casi no se sienten los efectos de la crisis que afecta la nación.

El performance, llamado “100 retablos por la memoria”, consistió en caminar con artesanías típicas que contenían las fotos de los fallecidos desde el inicio de las manifestaciones. Venuca Evanán, una de las mujeres que lanzó la iniciativa, calificó la acción como “un ejercicio de memoria a través del arte”.

Evanán subrayó además que “han fallecido muchas personas por reclamar sus derechos (…) la idea también es concientizar a las personas que están viviendo en su burbuja como si no estuviera pasando en su país”.

Los retablos artesanales también tenían mensajes enmarcados en la crisis, incluso en lengua quechua. “¿Cuántas muertes quieres para que renuncies?”, rezaba uno de ellos.

La génesis de los enfrentamientos

Después de intentar el cierre del Parlamento, para evitar un juicio político en su contra por corrupción, el expresidente Pedro Castillo fue destituido y posteriormente detenido. Actualmente se encuentra en prisión preventiva, enfrentando cargos por conspiración y rebelión.

Esto provocó que miles de personas, principalmente quienes votaron por Castillo, salieran a las calles, lo que devino en fuertes enfrentamientos con las fuerzas del orden. Según analistas, los altos niveles de pobreza que presentan varias regiones de la nación también sirvieron como combustible a la actual crisis. En las regiones amazónicas y andinas muchos también denuncian discriminación.

En este sentido, la Defensoría del Perú hizo un llamado de atención al Estado para generar espacios de “diálogo y consensos”.

Las protestas también han afectado gravemente la economía local. En unos 1.300 millones de dólares calcularon el Estado y las pequeñas empresas los daños y pérdidas.

La batalla dentro de los salones del Congreso

Con tan solo un 7% de aprobación, el Congreso peruano vive otra batalla dentro de las paredes del hemiciclo. A pesar de que buena parte de las encuestas muestran la voluntad popular popular de adelantar las elecciones, este ha llegado a un punto muerto en los debates de la institución.

Tres proyectos de ley de anticipo de las elecciones fueron rechazados debido al desacuerdo sobre si el proyecto de adelanto debe venir acompañado de un referendo que abra las puertas a la redacción de una nueva Carta Magna.

De 130 sillas, salen unos 13 grupos o bloques de votación. Las dos toldas políticas que más miembros acumulan cuentan con 25 y 15 asientos. A decir de uno de los integrantes del órgano legislativo, la cantidad de facciones que existen actualmente «no ayuda cuando hay que discutir» o «llegar a acuerdos».

El protagonista de la crisis

Pero con Pedro Castillo no iniciaron los enfrentamientos entre el Legislativo y el Ejecutivo. Hace varios años que el Congreso viene siendo el protagonista de una crisis institucional que ha costado un promedio de seis mandatos presidenciales desde 2016.

Esta es una de las razones por lo que los manifestantes exigen el cierre del ente gubernamental. Pues el abuso de un mecanismo estipulado por la Constitución, la vacancia por «incapacidad moral» ha sido utilizado durante años como un mecanismo para destituir jefes de Estado por motivos políticos.

Según el congresista de Perú Libre, Flavio Cruz, existe una “disfunción en el parlamento”. “Nunca hemos tenido entendimiento entre nosotros. Eso es lo que está castigando la población. Nuestra incapacidad para ponernos de acuerdo”, puntualizó. Sin embargo, Cruz lanzó un dardo a la derecha, acusándola directamente de “tomarse” el país.

Pero el problema está lejos de terminar. El poder que tiene el Congreso solo se le retira cambiando la Constitución. Aunque se celebren elecciones anticipadas, seguirá teniendo las mismas prerrogativas legales. Además, los mismos partidos políticos que hoy no llegan a un acuerdo participarían en el proceso electoral, lo que también refuerza la falta de confianza por parte de la población en su sistema político.

Fuente: France24