La rotación de funcionarios vuelve ingobernable al IESS

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La gobernabilidad del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) es frágil, según el presidente saliente de la institución, Francisco Cepeda, y así lo señaló en su carta de renuncia como representante del Ejecutivo, el ­pasado 6 de junio.

Cepeda adujo que su renuncia ocurrió porque los otros dos vocales del Consejo Directivo: Luis Clavijo (asegurados) y César Rodríguez (empleadores), se unieron para bloquear su trabajo. Y la crisis se desató cuando se pidió  llamar a elecciones para elegir nuevos representantes. 
El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno el IESS y es el encargado de las políticas en favor de 3 681 094 afiliados activos y más de 500 000 jubilados.

Su principal función es legislar y fiscalizar entre los tres vocales titulares y sus subalternos. Además, el representante del Ejecutivo también es el presidente de la entidad y del Biess.

Según la Ley de Seguridad Social, los miembros del Consejo deben permanecer cuatro años en funciones, pero desde 2012 no ha habido elecciones para designar a los delegados de asegurados ni de empleadores.

En estos cargos están los alternos que fueron elegidos para el período 2012-2016, pero no han podido ser cambiados por falta de normativa, señaló Aldemar Pérez, miembro del Observatorio de Seguridad Social.

“No se puede elegir a los miembros del Consejo, porque la Corte Constitucional declaró la inconstitucionalidad del artículo 28 de la Ley de Seguridad Social, con el que se elegía a los miembros del Consejo”, dijo. La Asamblea debe aprobar una reforma.

Luis Clavijo asumió el cargo en 2015, tras la destitución de Paulina Guerrero. Pero la Contraloría lo destituyó en noviembre de 2017 por omisión, cuando se desconoció la deuda que tenía el Estado con el IESS. Casi tres años más tarde, en septiembre de 2020, el Tribunal Contencioso Administrativo lo restituyó.

Por esta razón, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones de trabajadores (Cedocut) dicen que no tienen representante en el Consejo del IESS.

César Rodríguez, representante de los empleadores, asumió el cargo desde mayo de 2020, tras la renuncia de Felipe Pezo, aunque su período debió terminar en 2016.

Francisco Cepeda es el segundo representante del presidente Guillermo Lasso, en su primer año de gobierno. La alta rotación de los representantes del Ejecutivo en el Consejo Directivo es uno de los problemas identificados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su análisis ‘Ecuador, panorama de la protección social’, del año 2020.

En el documento se señala que la alta “rotación observada en el cargo de presidente del Consejo Directivo deriva en una falta de continuidad de la gestión administrativa que no cuenta con un plan a largo plazo”.

Puntos de vista

‘Impulsamos una reforma para poder elegir representantes’

Henry Llanes / Representante afiliados

Lastimosamente, las personas que designa el Gobierno como representantes en el IESS no conocen la Ley de Seguridad Social.

El señor Francisco Cepeda pidió al CNE que se convocara a los colegios electorales para que elegir a los representantes de trabajadores y empleadores del IESS, pero eso no es posible porque hay una sentencia diferida de la Corte Constitucional que declaró la inconstitucionalidad del artículo 28, en 2016. Y no se pueden elegir representantes hasta que se reforme esa norma.

El presidente Guillermo Lasso tampoco ha enviado una propuesta de reforma a la Asamblea Nacional; eso debió pedirle Cepeda al Primer Mandatario.

‘No hay una planificación en el Seguro Social ecuatoriano’

Patricia Borja / Experta en seguridad social

Lo ideal sería que el representante del Ejecutivo en el IESS y su equipo tengan conocimientos y experiencia en la materia de la seguridad social o afines, pero eso no ocurre. Además, estos cambios constantes generan inestabilidad.

Hasta que los nuevos representantes lleguen a tener una idea de lo que pasa en el IESS les toma unos seis meses y a lo mejor ya son removidos. No hay una planificación, porque cada vez que llega un nuevo representante viene con su propio equipo y cambia todo, empezando por el director general de la institución, y no hay continuidad en los procesos que se llevan a cabo. Por eso, la OIT resaltó como uno de los problemas del IESS estas administraciones pasajeras, poco técnicas e inestables.

Fuente: El Comercio