Nicolás Maduro moviliza incluso a los presos sacando a un grupo de reos de un penal para trasladarlos a la frontera con Colombia, al lugar por el que debería entrar la ayuda humanitaria que rechaza el chavismo. Al otro lado de esa frontera, cientos de venezolanos pedían que se permita la llegada de medicinas y alimentos.
La negativa de Maduro a permitir la entrada de ayuda en Venezuela ha provocado la reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que «tiene más opciones, si Maduro se resiste a abandonar el poder».
Reclusos de las cárceles del Táchira también participaron y saludaron a la ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario de Venezuela, Iris Varela.
Mientras tanto, en el otro extremo del puente, en el lado colombiano, decenas de venezolanos estaban reunidos, como lo han hecho toda la semana, para pedir que se permita el paso de la ayuda humanitaria que, según Guaidó, ingresará al país el 23 de febrero próximo.