Fracaso en la Champions: Suicidio asistido del PSG

El Manchester United liquida el PSG con un gol de penalti en el 93 (1-3). Lukaku había marcado antes un doblete.

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Como la actriz a la que le comen los nervios la noche de su consagración, un PSG hiperfavorito ante un United con tantas tablas como suplentes murió en una noche aciaga. Fue un suicidio asistido por un Manchester United de alineación inédita. Para llegar a cuartos hay que tener más coraje. [Narración y estadísticas: 1-3]

Noche Champions con final no apto para cardiacos. Una segunda parte vacía con un desenlace eléctrico. A cinco para el final, Mbappé y Bernat pudieron sentenciar. El nuevo ídolo de Francia se resbaló; el español la estrelló en el palo. En el 90, VAR mediante, se pitó penalti una mano de Kimpembe. A Rashford no le temblaron las piernas y sentenció.

En la grada sólo se oía ya a los incondicionales de un Manchester de circunstancias que se bastó para hacer temblar de miedo al PSG hasta la agonía final, rendidos en el césped. Refugiado en la cueva de su área, dispuesto en un 4-4-2 rígido, todo lo fiaba a su pareja de delanteros. Fue suficiente. Rashford y Lukaku, sobre todo éste, le amargaron la noche a los inquilinos del Parque de los Príncipes.

La jugada de la mano de Kimpembe.

Los pupilos de Tuchel olvidaron muchas de las virtudes inculcadas por el míster alemán. El equipo eléctrico y sólido que se impuso en Old Trafford sufrió en cada contra del United, camuflado de ¿rosa pálido? No daba tres pases seguidos, pero su instinto matador se bastaba para amedrentar a la zaga parisina.

Tres minutos después del pitido inicial, una cesión tan blanda como criminal de Kehrer permitió a Lukaku robarle la cartera a Thiago Silva y batir a Buffon. El joven lateral alemán tendrá pesadillas con el partido. Una vez se resbaló, otra le dribló Rashford. Sin apoyo de Alves, su banda daba escalofríos. Acabó sustituido. Buffon tampoco estuvo a la altura de su fama. Le llegaron pocas, pero no paró casi ninguna. No blocó un disparo lejano de Rashford y Lukaku, siempre con el dedo en el gatillo le apuntilló a la media hora de juego. Dos de dos.

DOBLETE DE LUKAKU

Entre esos dos goles cazados por el 9 belga, el balón, el juego, la ambición se vistió de negro, el color que vistió el PSG. Brillaban Mbappé, activo ahora en boca de gol, ahora cayendo a la banda derecha, Di María, dispuesto a saldar cuentas con su ex equipo por las buenas o las malas, y Bernat. El español que jugó en el Valencia y llegó a París tras pasar por el Bayern había igualado a pase de Mbappé. Poco a poco ha ido imponiéndose en el once titular del macho alfa la de la liga francesa. Está claro por qué.

De Gea respondió bien a un tiro de Verratti en la primera parte y a otro de Meunier casi al final. Tampoco tuvo mucho más trabajo. Pero cumplió. La delantera francesa llegaba bien hasta la vecindad del área inglesa pero allí siempre le sobraba un regata o le faltaba precisión en el último pase. ¿Nervios? ¿Exceso de jogo bonito?

El PSG se queda otra vez a las puertas de cuartos de la Champions. Su noche mágica en Old Trafford, enterrada por la noche aciaga de París. El United sin Pogba, Mata y compañía se lo cenó en París.

Fuente: El Mundo