La fiscalía holandesa ha informado de que el hallazgo de una carta apuntala «seriamente» la pista terrorista en la investigación del tiroteo de ayer en Utrecht, en el centro del país, que se cobró la vida de tres personas.
La carta fue encontrada en el coche del principal sospechoso, Gökmen Tanis, uno de los tres detenidos a los que la policía está interrogando. Los otros dos detenidos, de 23 y 27 años, son hermanos entre sí pero no tienen lazos familiares con Tanis, según su abogado, que no revela su posible implicación en el tiroteo. «Se les está interrogando por su relación con el drama» de ayer, insiste la policía de Utrecht.
En un comunicado común, la fiscalía y la policía local han precisado que, en este punto, no han logrado establecer «ningún vínculo» entre Tanis y las víctimas del tiroteo en el que cinco personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad.
Holanda está este martes de luto. Las banderas han amanecido a media asta. El primer ministro Mark Rutte ha convocado a su gabinete a las 9.00 de la mañana para hablar del tiroteo de ayer en el centro del país, en una ciudad poco acostumbrada a este tipo de violencia, más conocida en Ámsterdam por la guerra entre las mafias de la droga. Las fuerzas de seguridad siguen investigando lo ocurrido, sin descartar aún ningún motivo detrás del ataque que se cobró la vida de tres personas, entre ellas una chica de 19 años.
Sobre el presunto atacante, fuentes judiciales señalan que acumula nueve casos judiciales por delitos comunes, desde un atraco a una tienda de bicicletas, ataques a la autoridad, o el más reciente, por el que ha pasado seis semanas en prisión, en el que se le está juzgando por presunta violación y maltrato de una mujer con la que mantenía una relación. «Está loco, abusa de las drogas, yo ya he avisado a la Policía de que es peligroso», dijo Angelique, de 47 años, la mujer que le denunció por abusos sexuales.
Angelique, en declaraciones al diario holandés AD, asegura que estaba aterrorizada ayer por miedo a que Tanis fuera a verla. Le acusa de haberla violado en verano de 2017. «No es un terrorista, es un psicópata«, subraya. La Policía sigue sin saber los motivos que llevaron a Tanis, de 37 años y nacido en Turquía, a disparar contra los viajeros de un tranvía de Utrecht. En el barrio de Kanaleneiland, donde vivía, le describen como «una persona inestable que tiene muchos problemas».
Sus amigos aseguran que desde hace dos años, después de divorciarse de su entonces mujer, ha tenido periodos «extraños». A veces vivía como un devoto musulmán, se dejó crecer la barba y acudía con frecuencia a rezar. Pero de un día para otro, empezaba a beber alcohol y salir a diario. Todos coinciden en que tiene problemas psicológicos, pero no creen que su actuación ayer fuera motivada por la ideología yihadista. La investigación sigue en marcha, sin descartar ninguna hipótesis, y la policía espera esclarecer hoy la duda.
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