El papa Francisco entiende la «decepción» de las v´íctimas de abusos sexuales en la Iglesia. Así al menos lo hizo saber este domingo en una entrevista concedida a Jordi Évole para el canal La Sexta, en la que trató un sinfín de temas. A lo largo de más de una hora, el sumo pontífice habló con el periodista espa´ñol de refugiados, homosexualidad, feminismo o la situaciones en Venezuela y la frontera entre México y Estados Unidos, entre otras cosas. Los abusos sexuales en el seno de la Iglesia no fueron la excepción.
La entrevista tuvo lugar pocas semanas después de la famosa cumbre del Vaticano contra los abusos sexuales, la cual concluyó con la decepción generalizada de las víctimas, muy insatisfechas con los resultados y la falta de medidas o respuestas claras. Francisco aseguraba este domingo «entender» a las víctimas, si bien recordó que su función no es la de «llevar a cabo hechos concretos» sino la de «iniciar procesos sanadores». «Si yo por ejemplo hubiera ahorcado a 100 curas abusadores en la Plaza de San Pedro eso hubiera sido un hecho concreto, yo hubiera ocupado espacio» decía el papa a modo de ejemplo. «Pero mi intención no es ocupar espacio, sino iniciar procesos sanadores».
En relación a este asunto, Francisco también lamentó que la sociedad quiera correr más de lo que la institución puede: «Los procesos acordados en la cumbre llevan su tiempo, pero esa es la única manera de que la cura sea irreversible».
El Papa sobre los abusos sexuales en la Iglesia: “Si yo hubiera ahorcado 100 curas en la plaza dirían ‘¡Qué bien!’”. #SalvadosPapa pic.twitter.com/h2PityJD7q
— Salvados (@salvadostv) 31 de marzo de 2019
Europa, una «abuela» ante los refugiados
Buena parte de la entrevista versó sobre los refugiados. El papa aseguró no poder entender «la insensibilidad y la injusticia que obligan a una persona a migrar en busca de cosas mejores, ni la de aquellas personas que les cierran la puerta». «No basta con recibir a un refugiado y dejarlo en la calle, pues así seguirá siendo un migrante explotado», recordó Francisco, que pidió «la unión de los países» para solventar el problema. «Vemos como países pobres como Líbano o Jordania está acogiendo a un sinfín de refugiados, mientras la madre Europa se ha vuelto demasiado abuela. Envejeció de golpe».
El papa también fue preguntado sobre su papel de mediador en la crisis de Venezuela. Según Bergoglio, el papel del Vaticano fue el de «tender puentes que ayudaron un poquitito» a solventar unos problemas que «aún no se han resuelto».
El sumo pontífice fue también preguntado sobre temas más nacionales como la exhumación de Franco, tema del que dijo «no tener opinión» o la Memoria histórica, a raíz del cual defendió el derecho «a encontrar la verdad» y a «encontrar» una sepultura digna.
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