El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) suspendió la marcha prevista en Quito para el próximo miércoles 30 de octubre del 2019. José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE) y dirigente del FUT, anunció la decisión este miércoles 23 de octubre del 2019, en rueda de prensa.
José Villavicencio dijo que esta decisión se tomó ante el pedido de varios sectores. Entre estos la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Iglesia, el alcalde y el pueblo.
“Nos ha pedido las Naciones Unidas, por escrito, ecuatorianos nos han pedido de favor que viéramos cómo suspender. La Iglesia Católica también nos pide, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), nos han pedido varias organizaciones dentro de todo este proceso y el señor Alcalde de Quito, más autoridades que tenemos que decir como universidades, sectores patrióticos de este país. Eso reflexionamos todos los ecuatorianos que estamos en el FUT, porque el FUT no es solo los sindicatos que quieren hacer aparecer. En el FUT están estudiantes, están maestros, están trabajadores, están los barrios, están todos”, manifestó el dirigente.
Esta marcha se tenía previsto realizar en el marco de las reformas que plantea el Gobierno en el ámbito laboral. “El Gobierno debe entender claramente que la suspensión no significa que los trabajadores nos vamos a arrodillar frente al poder”, expresó Villavicencio.
El anuncio del FUT se realiza después de que el martes 22 de octubre, los dirigentes del Frente se reunieran con el alcalde de Quito, Jorge Yunda. En el encuentro, se puso a consideración el no continuar con la movilización anunciada para el próximo 30 de octubre.
El martes, el presidente del FUT, Mesías Tatamuez, indicó que el gremio ha recibido cinco peticiones de la ciudadanía para que se abran al diálogo, entre ellas, de la Organización de Naciones Unidas y de la Iglesia Católica.
Yunda, en cambio, aseguró que, en la reunión, escuchó a los trabajadores e insistió en ofrecerse como mediador para tender un puente de diálogo entre los trabajadores del gremio y el Gobierno.
Fuente: El Comercio