Una amplia familia mormona estadounidense murió asesinada en el norte de México. Nueve personas, entre niños y adultos fueron atacados a balazos, según familiares de las víctimas, en medio de la creciente violencia que vive el país.
El hecho ocurrió el lunes en un camino en los límites entre los estados fronterizos con Estados Unidos, Sonora y Chihuahua. No estaba claro qué motivó el ataque contra la familia, de apellido LeBarón.
Un video publicado en redes sociales mostró los restos carbonizados y humeantes de un vehículo plagado de agujeros de bala que aparentemente transportaba a las víctimas cuando ocurrió el ataque.
«Murieron cuatro niños, dos niñas y tres señoras (…) yo encontré los cuerpos y a una bebé viva», dijo Julián LeBarón, un activista cuyo hermano fue asesinado en 2010.
LeBarón hablo tras concluir un operativo en una zona serrana entre ambos estados, donde participaron efectivos de seguridad y enardecidos pobladores que salieron con palos y armas en busca de personas que se reportaron desaparecidas tras el ataque.
Previamente, en una entrevista con la televisora Milenio, LeBarón aseguró que lo ocurrido fue una «masacre». «Esto en realidad es una masacre (…) estos desgraciados los quemaron vivos y los asesinan a sangre fría», agregó.
Alex LeBarón, primo de una mujer que fue hallada muerta junto con sus hijos dentro de una camioneta que fue incendiada, dijo que todos eran ciudadanos estadounidenses.
Los gobiernos de los estados Chihuahua y Sonora emitieron un comunicado conjunto diciendo que tenían conocimiento del ataque aunque no dieron detalles sobre la cantidad de víctimas ni quienes pudieron ser los perpetradores.
El comunicado señaló que se enviaban fuerzas de seguridad federales y locales adicionales al área, pero no proporcionó más detalles.
Dado que eran ciudadanos estadounidenses, el incidente puede aumentar presiones de Washington sobre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para frenar a los grupos armados. No hubo indicios inmediatos de quién estaba detrás del ataque.
México ha sido golpeado por una ola de ataques en las últimas semanas. Uno de los incidentes más destacados fue un tiroteo durante varias horas en Culiacán el mes pasado que obligó al gobierno a liberar a uno de los hijos del narcotraficante Joaquín Chapo Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa.
Fuente: El Universo