La marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer tuvo diferentes intenciones, una de ellas, acabar con la violencia política.
Tambores y redoblantes le pusieron música a las voces de las mujeres que entonaban: «Y dónde están los concejales que se limpian con la ley» o «Arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer; abajo el patriarcado que va a caer, que va a caer».
Estas consignas hacían referencia a la falta de cumplimiento a la paridad de género en la designación de la vicealcaldía, establecida en el artículo 317 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización; al ignorar la Acción de Protección interpuesta por el Cabildo de Mujeres de Cuenca que sacó del cargo a Marisol Peñaloza.
María Cecilia Alvarado, política y catedrática de la Universidad del Azuay, durante la marcha explicó que cuando las mujeres no tienen representación en puestos de poder no se tratan temas como el maltrato infantil, la violencia machista y al no visivilizarse estos temas no se legisla para tratar de acabar con estas realidades.
La viceprefecta Cecilia Méndez también habló de violencia machista y en su intervención en el Parque Calderón aseguró que a diario las mujeres que están en cargos públicos sufren porque el patriarcado las trata de callar.
«Cuando nos eligen no somos simples acompañantes. Somos personas que pensamos, reflexionamos, que hacemos síntesis, proponemos, sentimos y hacemos. Nuestra presencia será creadora», agregó.
También dejó claro que esa violencia no es solo un tema de paridad, porque aunque admite que es importantísima, dijo que no se logra nada si el Estado, el Código de la Democracia y la Constitución no reconocen funciones propias ganadas en procesos electorales legítimos.
«Si solo nos dan delegaciones o cuerpos internos de la instituciones, tiene una limitración grave que no contribuye a forjar la democracia», concluyó Méndez.
Otras luchas
Otro de los temas que estuvieron en el tapete durante la marcha de ayer fue el de la violencia física, psicológica y sexual. Con el lema «vivas nos queremos», buscaban erradicar la violencia que se vive en los hogares.
Según datos de la Fiscalía General, siete de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en Azuay y durante el 2019 tres mujeres han sido asesinadas en la provincia por un pretendiente.
Esta institución también publicó que a nivel nacional desde el 1 de enero de 2014 hasta el 18 de noviembre de 2019, un total de 355 mujeres han sido víctimas de femicidios, el 72 por ciento de los asesinatos se han perpetrado con el uso de arma blanca.
El 14 por ciento se han cometido con cable, piedras, fundas; el ocho por ciento con arma de fuego y y el seis por ciento fue asesinada con las manos.
Por esta razón quienes marchaban mostraban la frase: «Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte», propia de la activista dominicana Minerva Mirabal, quien la expresaba cuando recibía amenazas del régimen del presidente Rafael Leónidas Trujillo, 1930-1961.
Fuente: El Tiempo