El sueño del cantante ecuatoriano Ricardo Pita de compartir escenario con figuras internacionales de la canción como Caetano Veloso, Natalia Lafourcade, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Kevin Johansen se convirtió en una pesadilla.
El cantautor denunció que estuvo detenido sin justificación 30 horas en un calabozo del Aeropuerto de Ciudad de México; fue devuelto al Ecuador e impedido de participar en el Festival Internacional de Trova de Yucatán, al que había sido invitado.
Pita viajó a México el pasado lunes 2 de diciembre para cumplir una agenda que incluía además presentaciones en Ciudad de México y en Monterrey. «Estuve detenido más de 30 horas en un calabozo en el aeropuerto. Metido en un hueco muy pequeño sin ventana y con una sola letrina junto a más de 70 personas. Sin jabón ni agua para lavarse», denunció en un comunicado el artista guayaquileño.
El cantante contó que al llegar a Migración en el aeropuerto de la Ciudad de México y presentar su pasaporte ecuatoriano fue cuestionado sobre su visita por más de cuatro horas en una sala de interrogatorios, sin darle una razón clara del porqué le retenían.
Más tarde le dijeron que tenía una ‘alerta migratoria restrictiva’ lo cual era falso, según comprobó a su regreso en la oficina de Migración de Ecuador, al cuestionar cómo era posible de que lo dejaran salir del país sí había un problema o pesaba una alerta sobre su pasaporte.
El intérprete de Canción para el resto de los días y La casa rodante describió lo que vivió en el aeropuerto de Ciudad de México como una película de terror. «Con golpes, gritos, insultos racistas y empujones mangoneaban a los compañeros uruguayos, chinos, israelitas, venezolanos y en su mayor cantidad ecuatorianos que ahí se encontraban casi uno encima del otro.
Todos desesperados por tener algo de información sobre lo que estaba pasando», refirió. El músico guayaquileño, que inició su carrera como solista en 2013, sugiere que las restricciones de movilidad a ecuatorianos obedece a la creencia de que la mayoría llega a México para quedarse a trabajar o a que usan el país como trampolín para llegar de forma ilegal a los Estados Unidos.
«Misteriosamente la gran mayoría (de sus compañeros de infortunio) había llegado a este infierno con la misma aerolínea mexicana», apunta Pita. «(En la empresa aérea) no se sorprendían en lo más absoluto de que todos o casi todos sus pasajeros sean detenidos y luego devueltos al país del que venían», aseguró.
Fuente: Diario EL COMERCIO
