El segundo mandatario de la nación reflexionó sobre los alcances del diálogo en el país y enfatiza que las protestas habrían tenido otra magnitud si no se hubiese acabado con la polarización. Este 11 de diciembre el economista y exradiodifusor guayaquileño cumple un año en un cargo que estuvo manchado por acusaciones de actos irregulares cometidos por sus antecesores.
Se trata del vicepresidente Otto Sonnenholzner, cuyos ejes de acción se basan en el Acuerdo y Diálogo Nacional; el seguimiento al cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible; la coordinación de gabinetes; la independencia de funciones y la atracción de inversiones. Recalca que el 2020 será un año de paz en el que se seguirán tomando decisiones a favor del país.
¿Cuáles fueron sus lineamientos para ejecutar las asignaciones encomendadas?
Poner en orden las cosas, disminuir los gastos, hacer más con menos. Esa es una marca importante de la gestión, predicar con el ejemplo, acciones que nadie se atrevió hacerlas porque, evidentemente, no son populares. Hacer lo correcto antes que lo popular.
¿Cómo quedará el país después de su gestión y del actual gobierno?
Hoy se sabe la verdad y eso es un gran cambio; el próximo presidente podrá recibir un país transparente, sin sensación de bienestar falso e insostenible, sino con un modelo basado en el desarrollo económico; sí, es una transición difícil y no inmediata, pero alguien tenía que dar los pasos iniciales. El 2020 es un año que está financiado, su presupuesto está prácticamente listo, solo falta la aprobación de la ley económica. Con eso tenemos un 2020 en paz y servirá para seguir corrigiendo errores.
¿Se eliminará el subsidio al combustible?
Seguimos creyendo que los subsidios son una política anacrónica que no ha traído desarrollo al país sino todo lo contrario, inequidad. Estamos analizando la focalización y el Presidente (Lenín Moreno) dijo que hay veces en las que más vale tener paz que la razón y creo que está en lo correcto.
¿Las protestas de octubre dejaron lecciones al Gobierno? Subestimamos el nivel de violencia que tenían ciertos grupos; subestimamos la red regional de desestabilización casi terrorista que existe para lograr objetivos. ¿Qué falló?
La comunicación nuestra para explicarle a la gente que esto no le llega como beneficio, pero hemos logrado consensuar la no alza de pasajes para la tercera edad, estudiantes y discapacitados, desarrollo local, y más recursos para destinarlos a la población.
¿Cómo quedó el país después de estos sucesos?
El costo ha sido alto, empezando por las vidas humanas y en lo económico más de $ 800 millones perdidos, lo que afectará el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). El Gobierno, con sus políticas, sin tener los recursos que desearía, ha logrado reducir este año 5% la pobreza rural y esa política es la que venimos afinando todos los días.
¿La toma de decisiones dio resultados?
Si usted revisa la situación de la región se dará cuenta de que Ecuador es el único país que logró salir de un proceso de paralizaciones y violencia, y eso tiene mucho que ver con los diálogos. Ecuador hoy está en paz, no puede decirse lo mismo de Chile, Colombia, Bolivia. Si no hubiésemos trabajado desde el primer día con autoridades y comunidades las protestas hubiesen sido otras.
¿Cuál es su criterio sobre el informe de la ONU?
Creo que fue mal interpretado. Primero, lo que piden es que se investigue la violencia de parte y parte; lo que nosotros tambien pedimos. Las únicas sugerencias son que les demos atención prioritaria a los familiares de las víctimas. Pero que se sancione a quienes cometieron infracciones a la ley. Líderes indígenas dicen que no hay interés en el diálogo… Ellos fueron invitados por las Naciones Unidas y nunca fueron. Enviaron después un documento y como no asistieron nosotros hemos ido a las comunidades. Si Jaime Vargas cree que dialogar es solo hablar con él le recordamos que el diálogo es nacional. Las decisiones las tomamos en conjunto.
¿Se presentará en un futuro como candidato presidencial?
Creo que el gobierno tendrá un candidato y puede venir de afuera o de adentro, me refiero al Gobierno nacional con el partido que sea, hay partidos afines, cercanos y con la estructura que sea. Esta administración presidencial buscará que en el país no exista nunca lo que ya vivimos. No es algo que yo valore en este instante, ojalá existan y sé que hay mejores personas que yo para hacerlo y nuestro trabajo será identificarlos.
Fuente: El Tiempo