Las instalaciones de la Universidad Nacional de Educación (UNAE) amanecieron tomadas por los estudiantes que reclamaron al Gobierno Nacional por el recorte del 60% de su presupuesto. Les bajaron de $35 a $14 millones con el argumento de la crisis económica que vive el país.
Esto derivó en la renuncia de su rector, Freddy Alvarez, quien admitió que durante los cinco años de funcionamiento “han habido intentos de llegar de grupos políticos para pedir puestos para familiares o amigos”.
El malestar y la incertidumbre en la UNAE es generalizada, pues consideran que no es proporcional a los logros alcanzados. Empezaron con 19 estudiantes de pregrado y hoy tienen 5.000 distribuidos en siete carreras.
Por eso se organizaron para cerrar pacíficamente las puertas del edificio administrativo ubicado en la parroquia Javier Loyola con letreros, cánticos y música de contenido social. Son visibles desde la vía principal por sostener una gran tela blanca en la que pintaron el mensaje #NotemetasconlaUNAE.
El rector saliente aseguró que este recorte es un “golpazo” y si bien reconoce que ahora las condiciones no son las mejores, su expectativa es que el proyecto en el que se forman los futuros profesores del país se mantenga.
Cristopher Macías estudia el tercer ciclo de Educación Especial y desde con un conocimiento interno lamenta que su universidad se politizó, pues en los pasillos no deja de sonar que con la salida de Freddy Álvarez el Gobierno colocará a una autoridad afín a su manejo.
Sobre lo académico le preocupa que el recorte de presupuesto incida en la disminución de profesores y la calidad de educación baje radicalmente.
De esta incidencia político partidista también se refirió Xavier González, profesor que también renunció al cargo sin desconocer que “es claro qué hay autoridades locales que tienen sus intereses”, pero su esperanza es que esto no haya incidido en el recorte.
Asegura que bajar el 60 por ciento de su presupuesto es un bloqueo al desarrollo de la Universidad que en poco tiempo se reflejará en la no realización de obras o la capacidad de recibir más estudiantes.
Justo en el momento en que los estudiantes gritaban pacíficamente la Policía ingresó al campus desafiando la autonomía universitaria. Es ahí cuando González se les acercó a preguntarle qué buscaban y la respuesta fue información. Al decirle que cualquier dato les darían con gusto pero que se retiren de los predios para impedir que los ánimos se enciendan.
Finalmente Cristopher Macias ratificó que los estudiantes se mantendrán en pie de lucha hasta recuperar sus derechos.
Fuente: El Universo