Ayer en Cuenca a las 12h30, un hombre entró al Salón del Pueblo de la Casa de la Cultura, donde se expone una muestra artística del pintor argentino Ariel Dawi, y pidió el baño. Entró hasta los salones, armado de un cuchillo o navaja, cortó el lienzo de una de las obras más significativas, lo escondió y salió.
Todo fue un instante. Uno de los visitantes alertó del atentado y a poco llegaron el mismo artista, cuatro policías y los delegados de la Casa de la Cultura, todos consternados.
La obra representa al colegio Benigno Malo con el paisaje urbano de la ciudad y se titula también “Colegio Benigno Malo”, mide aproximadamente 1 metro 14 centímetros, por 1 metro.
Dawi advierte al público para que se sepa, si alguien intenta comercializarla o la ve en algún lugar, que se trata de una obra robada.
En el centro de la sala posterior del Salón del Pueblo quedó un bastidor de madera hueco, con cortes bruscos, especialmente en la esquina inferior.
Tomó mucho tiempo y esfuerzo hacer el cuadro, comentó el artista, a propósito de esta obra que, como parte de la muestra, había merecido muy buenos comentarios.
Dawi lamentó que el Salón del Pueblo carezca de cámaras de vigilancia y pidió que ojalá esta mala experiencia sirva para que se dote de presupuesto para seguridad a la Casa de la Cultura.
En los 18 años de policía es la primera que conoce del robo de una obra de arte en una exposición, dijo uno de los uniformados.
Según el Código Penal, el robo con violencia ejercida sobre bienes materiales se sanciona con prisión de tres a cinco años; la Ley sanciona también, con prisión de seis meses a dos años, a quien venda, compre, oculte, guarde bienes conociendo que son robados.
Fuente: El Mercurio