Los habitantes de zonas cercanas fueron obligados a salir de sus casas por la expulsión de lava. Están refugiados en 45 centros de evacuación habilitados por las autoridades.
La madrugada de ayer el volcán Taal, en Filipinas, comenzó a escupir lava y forzó la evacuación de más de 16.700 personas en los municipios de los alrededores.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, Phivolcs por sus siglas en inglés, indicó que el volcán Taal en la provincia de Batangas, al sur de Manila, arrojó vapor y cenizas hasta de un kilómetro de altura.
Según reportes locales, la ceniza alcanzó Manila, la capital del país, situada a unos 60 kilómetros.
Los desplazados están refugiados en 45 centros de evacuación habilitados por las autoridades en los municipios más afectados de la provincia de Batangas, según datos del Gobierno provincial.
Lexie Masiglat, portavoz de la Defensa Civil, informó de que el operativo de evacuación siguiría en marcha, por lo que la cifra de evacuados aumentaría en las próximas horas.
Del total de evacuados, unos 2.000 residen en la pequeña isla dentro del lago Taal, que conforma el propio volcán, en las laderas del mismo.
Al comenzar a expulsar lava, la erupción pasó a ser de carácter magmático y hay riesgo de que se produzca un tsumani volcánico, ya que el Taal —uno de los volcanes más pequeños del mundo— se ubica dentro de un lago.
Equipos de la Cruz Roja filipina también se han desplazado a la zona para ayudar en las labores de evacuación y las Fuerzas Armadas de Filipinas están en alerta, además de enviar cinco camiones para desplazar a los evacuados.
Fuente: El Tiempo
