Después de más de una década de constancia y sacrificio, el karateca cuencano Sebastián Crespo vive uno de los mejores momentos en su carrera deportiva. En el ranking mundial ocupa la duodécima posición en la categoría U21 Kumite Masculino -84 kg. Es el segundo latinoamericano mejor ubicado luego del tercer puesto ocupado por el argentino Juan Minuet.
La medalla de bronce en el Campeonato Panamericano de Guayaquil y el noveno lugar en el Campeonato Mundial de Santiago de Chile, permitieron que su nombre esté entre la élite mundial y que el Comité Olímpico Ecuatoriano le premiara como el Mejor Deportista de 2019, en la disciplina de karate, junto con Jacqueline Factos.
Este viernes debe presentarse en el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento de Durán para el concentrado que hará la Selección Nacional Absoluta, del 17 al 31 de enero. Este martes visitó la Universidad del Azuay para gestionar su reingreso a la carrera de Estudios Internacionales mención Comercio Exterior.
Los resultados que conquistó Crespo en 2019 fueron muy meritorios. Físicamente no pudo explotar todo su potencial. Una caída en la universidad recrudeció una lesión en su tobillo izquierdo por la cual fue intervenido quirúrgicamente hace dos años y medio y que le apartó por tres meses de las competencias.
Con apoyo de sus compañeros y del sensei Lázaro Díaz desarrolló trabajos específicos para asistir a las competencias antes mencionadas. En la actualidad realiza fisioterapia y fortalecimiento en el CEAR Cuenca. El apoyo de la Secretaria del Deporte a través del Plan de Alto Rendimiento le tienen muy motivado.
“No es un chico que tiene recursos técnicos sofisticados, combate un poco básico, pero es un tipo muy arriesgado que a veces un recurso técnico deficiente le convierte en una ejecución técnico-táctica eficiente, es un deportista de mucho corazón, de mucho espíritu”, agrega el sensei.
Crespo entrenaba baloncesto a los seis años. Al no sentirse atraído por el deporte puso su mirada en el fútbol, pero su mamá le dijo que pruebe un arte marcial y entró a karate-do, un deporte que ya lleva 12 años siendo parte de su vida.
Fuente: El Mercurio