Nueve años y cuatro meses de privación de libertad y el pago de 3.000 dólares por reparación integral es la sentencia impuesta por el Tribunal de Garantías Penales del Azuay al ciudadano Carlos S., por el delito de abuso sexual, cometido en contra de su hija.
En la audiencia de juicio, que culminó la tarde del miércoles 15 de enero, la fiscal Elizabeth Valarezo expuso que Carlos S. agredió sexualmente a su hija -en reiteradas ocasiones- desde los 7 hasta los 12 años. Ocurrió dentro del domicilio situado en el cantón Chordeleg, en Azuay.
Después de que cumplió los 12 años, la víctima empezó a autolesionarse, realizándose cortes en las manos, las piernas y el ombligo. También ingirió 12 pastillas para suicidarse y realizó varios dibujos en los que se ahorcaba en una viga.
Por estos hechos la madre la llevó con una psicóloga del Municipio de Chordeleg, quien -después de varias terapias- diagnosticó abuso sexual y solicitó a la madre que denuncie al agresor en la Fiscalía.
Ante el Tribunal, presidido por el juez Cayo Cabrera, la fiscal Elizabeth Valarezo sustentó su acusación con el testimonio anticipado de la víctima, los testimonios de su madre y de sus dos hermanas mayores -hijastras de Carlos S.-, quienes también habrían sido abusadas sexualmente por él.
También rindieron sus testimonios los funcionarios de la Fiscalía que realizaron las pericas médico-legal, psicológica y de trabajo social, así como la psicóloga del Municipio de Chordeleg y los agentes de la Policía que efectuaron el reconocimiento del lugar de los hechos.
Dato Jurídico
Carlos S. fue sancionado de acuerdo al artículo 170, inciso dos, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona el abuso sexual con privación de libertad de cinco a siete años.
Fuente: El Tiempo