Davos: Trump carga contra los «profetas de la fatalidad» frente a la atenta mirada de Greta Thunberg

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El Foro Económico Mundial de Davos, un encuentro en el que participan los principales líderes del mundo y que se realiza esta semana en esa ciudad de Suiza, está incorporando la discusión sobre los efectos del cambio climático, con la sostenibilidad como tema principal de este año.

Y los protagonistas de ambos lados de este intenso debate, que viene imponiéndose en la agenda de los encuentros globales del último año, no son otros que el presidente de Estados Unidos Donald Trump y la activista sueca Greta Thunberg.

Trump denunció a los «profetas de la fatalidad» climáticos en su discurso en Davos. Pidió un rechazo de las «predicciones del apocalipsis» y dijo que Estados Unidos defendería su economía. Trump no nombró directamente a la activista climática adolescente Greta Thunberg, que estaba en la sala.

Más tarde, fue el turno de la joven activista. Ella criticó a los líderes políticos diciendo que el mundo «en caso de que no lo hayan notado, está actualmente en llamas».

En su discurso de apertura, en el que promocionó los logros económicos de su gobierno y el auge energético de Estados Unidos, Trump dijo que era un momento de optimismo, no de pesimismo.

Y al referirse a los activistas climáticos, afirmó: «Estos alarmistas siempre exigen lo mismo: poder absoluto para dominar, transformar y controlar cada aspecto de nuestras vidas». Son «los herederos de los tontos adivinos del pasado», calificó.

También anunció que Estados Unidos se uniría a una iniciativa para plantar, restaurar y conservar un trillón de árboles. «Estamos comprometidos a conservar la majestuosa creación de Dios y la belleza natural de nuestro mundo», dijo. Trump dio este discurso horas antes de que comenzara su juicio político en el Senado de Estados Unidos.

Poco después de que Trump diera su discurso, Thunberg, la activista climática sueca de 17 años que dirige un movimiento global de huelgas escolares que pide una acción ambiental urgente, abrió la sesión sobre «Evitar un Apocalipsis climático».

Si bien se abstuvo de nombrar a Trump, Thunberg emitió una advertencia a los líderes mundiales.

«Me pregunto, ¿qué le dirán a sus hijos sobre la razón por la que fracasaron y los dejaron enfrentando… el caos climático que trajeron a sabiendas?».

«¿Que parecía tan malo para la economía que decidimos renunciar a la idea de asegurar las condiciones de una vida futura sin siquiera intentarlo?», se preguntó la activista.

«Nuestra casa todavía está en llamas. Sus inacciones están alimentando las llamas por hora, y les estamos diciendo que actúen como si amaran a sus hijos por encima de todo».

Además, criticó fuertemente a los políticos y líderes empresariales diciendo que ofrecen «palabras y promesas vacías» continuas.

«Ustedes dicen: ‘No te defraudaremos. No seas tan pesimista’. Y luego, silencio», añadió.

Greta Thunberg

El momento elegido por el presidente Trump para emitir un mensaje de «no se asusten» es intrigante.

Está tranquilizando al club rico de Davos sobre el clima justo cuando los pilares del capitalismo comienzan a tratar el calentamiento global como una crisis.

El banco Goldman Sachs, por ejemplo, ya no financiará nuevas inversiones en petróleo del Ártico o en carbón para las centrales eléctricas.

Y el jefe del gigante de inversiones BlackRock ha definido el cambio climático como la mayor amenaza para los mercados, ya que el aumento de las temperaturas pone en riesgo los beneficios.

Su compañía administra más de US$6,5 billones en fondos de pensiones.

Mientras tanto, el gobernador saliente del Banco de Inglaterra advierte que las empresas que no cambien estarán fuera del negocio.

El presidente Trump, respaldado en una economía estadounidense alimentada por gas barato, cree que están equivocados.

Y no está solo. Líderes en Australia, Brasil, Rusia y Arabia Saudita también se aferran a las economías impulsadas por los combustibles fósiles.

Fuente: BBC