En Nigeria, el Senado declaró la emergencia a la comunidad de Oye-Obi, ubicada en el estado sureño de Bunue, el pasado 29 de enero por la aparición de una epidemia que ha matado al menos a 15 personas e infectado a 104. Según informa Today News Africa, la enfermedad aún no ha sido diagnosticada por las autoridades sanitarias lo que hace más difícil desarrollar una cura para este nuevo brote de fiebre.
El Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria (NCDC) indica que los síntomas se asemejan a la fiebre de Lassa. Las personas que se han infectado tuvieron diarrea crónica, dolor de cabeza, sofocos, debilitamiento y estómago hinchado. Además que es altamente contagioso y su mortalidad es alta ya que solo toma 48 horas en fallecer si una persona no es tratada. Según los especialistas esta fiebre ya mató a 160 personas en Nigeria el año pasado.
La Cámara alta del gobierno nigeriano instó al NCDC a supervisar la situación para evitar la propagación de la enfermedad y que los infectados sean tratados con la mayor brevedad posible, además hizo un llamado a la calma y que tome las medidas preventivas necesarias. Según la OMS la fiebre de Lassa es una fiebre hemorrágica vírica que se transmite a los humanos por contacto con alimentos o artículos del hogar contaminados con orina o heces de roedores. También puede haber transmisión de persona a persona y en el laboratorio.
Además en base al brote del año pasado se confirmó que es una enfermedad endémica y que las infecciones suelen registrarse entre los meses de diciembre a junio con un periodo de incubación de 2 a 21 días; en años anteriores se han notificado Benín, Ghana, Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. En el 2019 se registraron 327 casos de fiebre de Lassa, entre los infectados murieron 72 personas.
Fuente: El Universo
