El reciente fin de semana se hizo pública la decisión de los propietarios del centro cultural República Sur de rematar el local. Cientos de reacciones ciudadanas no se hicieron esperar mostrando su pesar ante este hecho.
Pero no es la única víctima cultural de la pandemia, pues otros espacios de la ciudad, con similares características y funciones, también corren el riesgo de cerrar o ya lo hicieron.
Cierre
Por siete años República Sur se convirtió en la meca de la cultura independiente en la que ha sido posible reunir artistas escénicos, músicos, comediantes, escritores, pintores, entre otros.
El centro funciona en una casa patrimonial arrendada de tres plantas y actualmente es regentada por Jordi Garrido y otro socio. El cierre del local, desde mediados de marzo, provocó que dejen de percibir ingresos. Este no solo es un escenario artístico para conciertos y presentaciones escénicas, también fue el lugar en donde se ideó la ‘Gaceta Cultural República Sur’ en la que escribían y aportaban escritores, editorialistas y fotógrafos.
La ‘Cueva del Artista’, emprendimiento de los artistas y gestores Daniel Iñamagua y Nelly Puma, también se cerrará físicamente. El gasto que representa rentar un local que hoy no usan, los obligó a tomar la dura decisión de dejar proyectos de enseñanza de teatro y propuestas escénicas que estaban encaminados desde hace 15 meses.
Iñamagua se dedicaba exclusivamente al espacio y este era su único ingreso hasta antes de la pandemia. Ahora debe reinventarse y analiza contenido para publicarlo en línea.
La ‘Cueva’ sirvió como albergue de talleres escénicos, muestras teatrales y musicales. Si las cosas cambian, es probable que vuelvan a ocupar un nuevo espacio físico para sus actividades creativas, algo que no lo ven cercano.
Según datos obtenidos por la Asociación de Artistas Escénicos de Cuenca ‘Búnker Escénico’, a través de encuestas recientes, cinco espacios vinculados a las artes escénicas “muy probablemente cierren, cuatro probablemente cierren y solo uno no cerrará”; todo en el marco de la emergencia sanitaria.
Miembros de las organización señalaron que si antes la situación era compleja para el sector, ahora se agudizará.
Cambio
No es el único espacio víctima del covid-19. Otros no han cerrado pero se reinventan, como el Prohibido Centro Cultural. Su propietaria Martha Íñiguez abrió una alternativa gastronómica para solventar los gastos que tiene el espacio.
Junto con sus hijos también abrieron talleres, mostraron su producción artística en línea, incluso retomando viejas técnicas como el manejo de la cerámica. Por el momento el centro permanece cerrado, únicamente con venta de comida.
Lo mismo hicieron los encargados de ‘Break Coffe And Art’ quienes dieron un giro de negocio a partir de la pandemia y para solventar los gastos del espacio han puesto ha disposición del público venta de pan.
Datos escénicos
La asociación ‘Búnker Escénico’ hizo un análisis socioeconómico de los artistas escénicos de Cuenca.
La encuesta se hizo a 109 artistas que laboran en la Cuenca. Como primer dato conocieron que existen 56 grupos o colectivos independientes y que el 66 por ciento de los artistas cumplen de dos a cinco roles dentro del grupo al que pertenecen.
Más datos reveladores y preocupantes salieron a la luz. Gracias a él, se conoce que solo el siete por ciento de estos artistas escénicos tienen un trabajo estable, el 59 por ciento posee trabajo poco estable y el 34 nada estable.
También se conoció que hasta antes de la cuarentena, el 41 por ciento de artistas percibía ingresos menores a 100 dólares, el 31 por ciento entre 100 y 200 dólares, el 9,2 entre 200 y 300 dólares; el 6,4 por ciento entre 300 y 400. El tres por ciento percibe remuneraciones entre los 400 y 500 dólares y solo el 8,3 por ciento percibe más de 500 dólares.
En conclusión, el 82 por ciento de los 109 encuestados reciben una retribución menor al salario básico, 400 dólares, y el 41 por ciento menos de 100 dólares. De todos, el 57 por ciento tiene como principal actividad ser artista. El 38 por ciento tiene un trabajo fijo o a medio tiempo fuera de su trabajo creativo.
Otra dato importante, aunque previsible, es que el 75 por ciento no posee seguro social, el cinco por ciento posee seguro privado y el 20 tiene seguro social.
Fuente: El Tiempo
