Nuevo récord de muertes por COVID-19 en Florida, donde también se deben preocupar por la temporada ciclónica

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La pandemia de coronavirus sigue afectando de manera dura a Estados Unidos, algo que podría agravarse con los fenómenos naturales que anualmente ocurren en el sur del país.

En Florida, la posible llegada de una tormenta tropical este fin de semana pone más presión a uno de los estados de Estados Unidos más golpeados por la COVID-19, donde en las últimas 24 horas se contabilizaron 9446 nuevos casos y 217 muertes.

Este es el segundo día consecutivo en el que Florida registra un récord de fallecidos, aunque los nuevos contagios se mantienen por debajo de la barrera de los 10 000.

Florida acumula ya 451 423 casos de coronavirus desde que se detectó al primer infectado el pasado 1 de marzo, mientras que el número de personas hospitalizadas y siendo tratados a día de hoy asciende a 8793.

Pese a que el número de ingresos por la enfermedad se ha reducido en los últimos días, los hospitales continúan luchando contra la enfermedad y en todo el estado el 84,26% de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) está ocupado.

Las cifras de los centros sanitarios en el condado de Miami-Dade, que registró 30 muertos y 2791 contagios en las últimas 24 horas, indican que tan solo tiene disponibles un 9,18% de las plazas de UCI y que el total de camas listas para usarse asciende hasta un 17%.

Los condados de Broward y Palm Beach son los otros dos más afectados por el virus y junto al de Miami-Dade concentran un 43,92% de los contagios totales y un 44,73% de los muertos desde que comenzó la pandemia en Florida.

La región, que se mantiene como el segundo estado con el mayor número de casos de todo el país por detrás de California tendrá que luchar con lo que por ahora es el potencial ciclón «Nueve» que tiene un 90% de probabilidades de convertirse en tormenta tropical.

El sistema que puede llegar al sur de Florida en los próximos días ya ha puesto bajo alerta a algunas ciudades de la zona como Miami-Beach, que ha advertido este miércoles a la población de que «esté preparada» para la lluvia y los vientos característicos de una tormenta tropical.

La Guardia Costera también emitió una alerta para el puerto de Cayo Hueso debido a unos vientos que pueden llegar a ser de 86 kilómetros por hora.

El gobernador del estado, Ron DeSantis, escribió en Twitter que «los floridanos deben prepararse ya para tener al menos 7 días de suministros para desastres» debido a la posible llegada del ciclón.

Huracanes en pandemia

Hugh Willoughby, profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU) y que ha trabajado desde la década de los setenta para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), reconoció que en su casa «ya se están preparando para lo que pueda pasar».

Todavía hay cierta incertidumbre sobre la dirección exacta y la fuerza que tomará la tormenta que se llamará Isaías, y pese a que las previsiones suelen ser muy acertadas «lo único que podemos hacer en estos tiempos es vivir con incertidumbre», según reconoció este experto.

«Hay dos cosas que van en contra de la formación de un huracán. La primera el polvo del Sáhara que llega por el Atlántico y suaviza el clima, y la segunda es que tocará tierra por lo que no se sabe cómo evolucionará a partir de ahí», explicó Willoughby.

Este año ya se formaron las tormentas tropicales Arthur y Bertha, ambas antes del inicio oficial de la temporada ciclónica, que comienza el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, un número «por encima de la media» y al que hay que sumar el efecto de la pandemia.

Este profesor de FIU aseguró que el riesgo de la COVID-19 y los huracanes «ya se ha hecho notar» en algunos lugares como Texas, donde el primer fin de semana tuvieron el primer ciclón que se llamó Hanna y dejó grandes inundaciones.

«Estos lugares en los que son epicentros de la COVID-19 la población que no es rica va a sufrir al no poder reparar los daños. Además la posibilidad de estar encerrado en un refugio rodeado de gente supone un foco de contagios», afirmó.

Willoughby, que vivió de primera mano uno de los huracanes más devastadores que haya azotado Florida (Andrew en 1992), abogó por el uso del desinfectante y la mascarilla durante los próximos meses, especialmente en los refugios antihuracanes ya que «se ha demostrado que estas medidas son efectivas aunque no protejan al cien por cien».

Estados Unidos sigue como el país más afectado en el mundo por el coronavirus con más de 4,3 millones de casos confirmados y más de 149 000 fallecidos, y tiene a una veintena de estados con brotes significativos.

Fuente: El Universo