Manifestaciones también en Alemania por las víctimas de la violencia en Colombia

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«Duele el corazón de ver todo lo que pasa en nuestro país», dice Jenny Pineda, nacida en Bogotá y desde hace casi 30 años en Alemania.

«Necesitamos que la comunidad internacional pose sus ojos sobre Colombia», pide a su turno Sebastián Reyes, nacido en el colombiano departamento de Tolima y residente en Colonia.

Y Felipe Bayona, bogotano y desde hace algo más de un año en Alemania, resume: «Nos convoca el dolor y la rabia, pero también la esperanza de tranformar el país».

Un coro de voces se alzó este fin de semana en varias ciudades de Alemania en solidaridad con las víctimas de las masacres perpetradas en las últimas semanas en Colombia.

Colombia, una nación ensangrentada

Las cifras publicadas por el reconocido Instituto de estudios para el desarrollo y la paz, Indepaz, consignan 185 víctimas en 46 masacres ocurridas en lo que va del año. «Pero se trata de vidas y no de números», puntualiza Luis Eduardo Celis, sociólogo e integrante de la Fundación Pares, Paz & Reconciliación, en diálogo con DW. «Y debemos indignarnos con la pérdida de cada una de ellas».

Luis Eduardo Celis, sociólogo, analista del conflicto armado y la construcción de la paz en Colombia, integrante de la Fundación Pares, Paz & Reconciliación.Luis Eduardo Celis, sociólogo.

La violencia en el país del Caribe afecta especialmente a campesinos, indígenas y afrocolombianos. Para la actual administración, por detrás de los hechos delictivos, existe un denominador común fuente de (casi) todos los males: el narcotráfico.

Para muchos analistas, sin embargo, el fenómeno es bastante más complejo, y el gobierno no está exento de responsabilidades.

«Las masacres son responsabilidad del Estado»

«Si no queremos coca, necesitamos desarrollo rural», indica Celis desde la capital colombiana. «Una constante de estas masacres es que se dan en zonas donde el Estado no funciona», sostiene el investigador. «Entonces, otros actores -sean mafias, guerrillas, nuevos o viejos grupos paramilitares- ejercen más autoridad que las instituciones estatales», añade.

«Y aunque estos grupos puedan ser los victimarios, las masacres son responsabilidad del Estado», continúa. «Por acción y por omisión, por sus políticas lesivas para las comunidades, por no tener una prevención ni una acción efectiva en el territorio, y por su incumplimiento del acuerdo de paz firmado en 2016», asegura Celis, analista del conflicto y la contrucción de paz en Colombia.

Daiana Castillo, investigadora del conflicto armado en Colombia y organizadora de la manifestación #BastaYa en Bonn (Foto Daiana Castillo: Daiana Castillo, Kolumbianerin, Organisatorin Demo #BastaYa in Bonn © danitorres.art) Daiana Castillo, investigadora del conflicto armado en Colombia y organizadora de la manifestación #BastaYa en Bonn.

«Este gobierno no cumple el acuerdo porque va contra sus intereses: no quiere transformar el mundo rural, no quiere transformar la política, y le huye a la verdad y al reconocimiento de responsabilidades», concluye enfático Celis.

El arte como protesta

«Estamos frente a un gobierno indolente», sostiene por su parte Daiana Castillo, organizadora de la manifestación convocada en la ciudad de Bonn, «que no está garantizando ni respetando la vida de la población, que es su responsabilidad». «Nos mueve la indignación de ver un país que mata a sus jóvenes», explica a DW conmovida.

La forma elegida para expresarse fue una intervención artística frente a la sede de Naciones Unidas en la antigua capital alemana. «Quisimos a través del arte hacer más visible la protesta», dice a DW la actriz y artista de performance colombiana Ana Bolena Müller.

Ana Bolena Müller, actriz y artista a cargo performance desplegada en la ciudad de Bonn en el marco de la manifestación en solidaridad con las víctimas de las masacres en Colombia (Foto Ana Bolena Müller: Ana Bolena Müller, Kolumbianerin, Künstlerin Demo #BastaYa in Bonn © danitorres.art)Ana Bolena Müller, actriz y artista a cargo performance desplegada en la ciudad de Bonn en el marco de la manifestación en solidaridad con las víctimas de las masacres en Colombia.

Con casi doscientas cruces hechas artesanalmente con madera y junco de la zona, materiales «frágiles como la vida», Müller se propuso rendir un homenaje «doloroso y sentido» a cada una de las víctimas de las masacres. «Porque para transformar la realidad, primero hay que aceptarla. Como lo hacían nuestras abuelas, hay que llorar a las víctimas», expresa ante DW.

La artista lleva más de una década en tierra germana, pero sigue palpitando con el aconteder de su país de origen: «cuando uno ha vivido la violencia tan de cerca, y se ha vuelto tan cotidiana, ver que regresa a pasos agigantados, pues es muy triste».

Celis, por su parte, describe también un escenario sombrío: «las masacres se van a seguir presentando, hasta que no tengamos control democrático del territorio por parte del Estado».

Fuente: DW