Como un aficionado más, amante del ciclismo y amigo de los carchenses que disputan la edición 37 de la Vuelta Ciclística al Ecuador Banco Pichincha, Richard Carapaz estuvo presente en el arribo a La Estrellita, puerto de montaña que se estrenó en el recorrido del giro nacional este 2020.
El subcampeón de esta temporada en La Vuelta a España destacó la fiesta que vive el ciclismo nacional con esta prueba, así como las condiciones de entrenamiento que tienen sus coterráneos para cumplir con su pasión ciclística.
«La Vuelta es una fiesta muy especial, los carchenses la disfrutan y sobre todo por terminar en este balcón (La Estrellita) desde donde se pueden apreciar distintas zonas de la provincia», comentó Carapaz.
El cierre de la etapa fue al estilo de los míticos puertos en las Grandes Vueltas, con la gente alentando en el ascenso y el colorido que pusieron globos, banderas y pinturas en el asfalto. «Es algo bonito, poco a poco nos vamos culturizando en el ciclismo y eso hace de estas cosas muy especiales», detalló.
La cuarta etapa de la Vuelta al Ecuador cerró a una altitud de 3.335 metros, el punto más alto al que llega la Vuelta este año.
«Somos privilegiados por vivir en esta zona, por la tranquilidad que se tiene para entrenar en carretera y por la dureza misma de los trayectos, por los parajes, y con esto (Vuelta) la mejor manera de mostrarlo al mundo», comentó.
Carapaz estuvo acompañado de su padre y pasó a saludar por las carpas de los distintos equipos. «Son gente con la que he entrenado y que bien que tengan posibilidad de competir», apuntó.
Carapaz llegó este jueves como aficionado, mientras que para la quinta y sexta jornadas será parte de la organización de la Vuelta Ciclística al Ecuador, con presencia en salidas, arribos y premiación, incluso con su nombre puesto a la etapa final, que se corre el sábado en un circuito en la Mitad del Mundo.
Fuente: El Universo
