Aunque el Comité Nacional del Paro suspendió las movilizaciones, otros sectores inconformes con el gobierno mantienen activas marchas, concentraciones y bloqueos en Cali y Bogotá.
Los enfrentamientos estallaron la tarde del jueves, cuando policías trataron de dispersar a encapuchados que levantaron una barricada en uno de los accesos de la ciudad, epicentro de las sangrientas protestas que dejan decenas de muertos desde finales de abril.
“Nuestros policías fueron recibidos con armas de fuego, disparos, quedando así un policía herido por arma de fuego y otros tres lesionados”, aseguró este viernes el subcomandante de policía de Cali, coronel Guillén Amaya, en una declaración a medios.
Juan David Muñoz, un hombre de 23 años que se encontraba en la barricada, murió durante el enfrentamiento, informó a la AFP un portavoz de la Secretaría de Seguridad de la ciudad, sin dar detalles sobre la causa del fallecimiento.
“La última opción es la fuerza letal, pero cuando le disparan a nuestros policías (…) reaccionaron con sus armas de manera legítima (…) no pueden dejarse matar”, agregó en conferencia de prensa el encargado de Seguridad, Carlos Soler.
El enfrentamiento, que también dejó cuatro vehículos incinerados, sucedió en una zona conocida como Paso del Comercio, donde manifestantes interrumpen el paso con bloqueos intermitentes desde el 28 de abril, cuando multitudes se tomaron las calles para marchar contra un ya retirado proyecto para elevar impuestos a la clase media.
Aunque el Comité Nacional del Paro, el sector más visible de la protesta, suspendió el martes las movilizaciones, otros sectores inconformes con el gobierno mantienen activas marchas, concentraciones y bloqueos en varios puntos de Cali y Bogotá.
El enviado especial de la Unión Europea, Eamon Gilmore, le expresó el jueves al presidente colombiano, Iván Duque, la “preocupación” de los países comunitarios por la muertes de manifestantes durante el estallido social.
Al menos 62 personas han muerto en cincuenta días de protestas, de acuerdo con autoridades civiles y la Defensoría del Pueblo (ombudsman), que vela por los derechos humanos. Dos de los fallecidos eran uniformados.
Lo que comenzó con una protesta contra impuestos terminó en un movimiento que exige una reforma a la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos de la pandemia, que elevó la pobreza del 37% al 42% de la población.
El gobierno condena los bloqueos viales, a los que atribuye la muerte de dos bebés en ambulancias atrapadas por los cierres y millonarias pérdidas, y ordenó usar el “máximo despliegue” de la fuerza pública para despejarlos.
En entrevista con W Radio el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, aseguró este viernes que “organizaciones criminales muy vinculadas con el narcotráfico” infiltran la protesta social en la ciudad.
Fuente: El Comercio