La mañana del 30 de noviembre del 2021, Otibel Balero, Presidenta de la Fundación Haciendo Panas, fue entrevistada por radio La Voz del Tomebamba para informar que 15 mil venezolanos están radicados en Cuenca un 25% de ellos están en condición de calle y que se lleva a cabo el proyecto “Dignidad”, el cual busca capacitar en cómo hacer negocio en Ecuador y reciben orientación para la regularización migratoria y sus niños serán reintegrados al sistema escolar en el nuevo año lectivo.
15 mil venezolanos están radicados en Cuenca, un 25% de ellos están en condición de calle según datos censales de una organización que se dedica a buscar su bienestar. Otibel Balero pide sensibilidad a ciudadanía y autoridades para que los extranjeros cuya mayoría están en el sector informal permitan mejores condiciones de vida para sus compatriotas.
La fundación tiene dos años de vida jurídica y de la primera fase hay 30 familias con emprendimientos propios y 120 menores de edad reinsertados a la educación, explicó su presidenta, Otibel Balero.
En los cuatro meses de capacitación reciben atención integral: tres días a la semana clases sobre ventas, marketing, finanzas, atención al cliente; también, asistencia médica, psicológica y jurídica.
En el proceso de formación, la fundación también les ayuda con alimentos, dinero para el arriendo y un capital semilla en herramientas para montar el negocio escogido.
La primera fase, Haciendo Panas, recibió 56 000 de dólares de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); en la segunda fueron 70 000 dólares. En la actualidad analizan la posibilidad de replicar el proyecto en otras ciudades del país, donde se vive la misma realidad social. Además, integrar a otras instituciones al programa.
La mendicidad de ciudadanos venezolanos toma un giro en Cuenca: en junio de este año 30 familias dejaron las calles y se vincularon al sector productivo, con diferentes emprendimientos. La Fundación Haciendo Panas lleva adelante este proyecto, denominado “Dignidad”, que busca erradicar progresivamente el uso de niños, niñas y adolescentes en la mendicidad.
