Madres peregrinan en la cárcel de Santo Domingo por información de sus hijos

0
644

La angustia de las familias de los detenidos en la cárcel de Santo Domingo los moviliza cada día hasta este reclusorio. Las vías aledañas han sido el epicentro de escenas de llanto y dolor de madres, padres e hijos que padecen por la incertidumbre.

En sus relatos cuentan la desesperación que sienten al no saber nada sobre ellos y la impotencia de que sus vidas corran riesgo debido a los hechos violentos que se registran desde el lunes 9 de mayo de 2022. A continuación, las historias de madres que reclaman por hechos que consideran injustos.

Alexandra R.: “Mi hijo estaba lavando su ropita cuando se dio todo”

Desde hace seis meses, esta madre de familia vive momentos duros porque su hijo, de 22 años, fue a prisión por lo que ella considera una injusticia. Lo detuvieron por presunta asociación ilícita en circunstancias que ella no acepta, ya que lo habrían vinculado por mantener una relación amistosa con personas de una organización delictiva. “Ser amigo de alguien que anda en otras cosas, no significa que también uno esté en lo mismo”.

La mañana de este miércoles, 11 de mayo de 2022, su hijo la llamó para contarle que la situación en la cárcel se estaba “calentando”. En una llamada le dijo que si no se volvía a comunicar era porque algo había pasado. “Mi hijo estaba lavando su ropita cuando pasó todo. Lo decía tan desesperado que me angustié“. Alexandra R. no supo nada del menor de su hijo hasta la tarde de este miércoles. Ella permanece en las afueras de la cárcel donde solo hay movimientos de vehículos oficiales con militares y policías.

La madre de familia ha vivido momentos de tensión en las noches y eso no la deja dormir. No puede descansar por la preocupación que siente al no tener información sobre lo que pudiera estar viviendo su hijo. Desde un pequeño bolso muestra un papel donde constan los requisitos que le dieron para que su hijo consiga la prelibertad. Ha cumplido más de la mitad de la sentencia y ella contaba los días para poder tramitar la boleta de excarcelación. Antes de la revuelta del último lunes, la madre gestionaba esos documentos que iba a presentar ante Juez para que el joven pudiera dejar la prisión.

Fátima A.: “Mi hijo está preso por un celular y no es justo que le pase algo en la cárcel”

Pedro Z. fue detenido por el robo de un teléfono y debía cumplir un año de prisión en la cárcel de Santo Domingo. Había cumplido 10 meses de arresto este mes y su madre hacía gestiones para presionar que le dieran la boleta de prelibertad.

Antes de la reyerta del último lunes, ella rogó a las autoridades del centro penitenciario para que le firmaran un documento con el que obtendría su libertad. Le habían dado largas a la gestión y hoy la madre de familia se molesta porque las entidades oficiales pudieran ser responsables de lo que le suceda a su hijo. “Por una traba burocrática me lo tienen aún allá adentro. En este país pagan lo peor quienes no tienen nada que ver con el problema de las bandas”.

La mujer relata que la última vez su hijo le contó que desde las partes altas de los pabellones otros internos querían entrar a mediana seguridad y atentar contra ellos. Y que se escuchaban que lanzaban bombas. “Estoy desesperada porque no sé si está aquí (en el Centro de Detención Provisional) o en la cárcel Bellavista, si está muerto o vivo. Él no es un asesino. Por un teléfono no merece morir”. “Me dijo que había policías, pero que los presos estaban haciendo huecos y querían entrar a como dé lugar, se querían meter por el techo”.

Jenny M.: “Necesitamos saber la verdad de lo sucedido”

“Pedimos a las autoridades que nos digan qué es lo que pasa aquí para tener calma. Somos muchas madres que estamos preocupadas por nuestros hijos. Que nos digan si es verdad que los quieren llevar a la cárcel del Turi o quizás a otras. No sabemos si están aquí o los han llevado a otras partes. Todos estos días he madrugado para ir a la cárcel y que me digan algo. Yo he sabido sobre la situación de mi hijo porque desde un teléfono de un compañero de celda me avisan detalles. Pero es muy angustiante no saber la realidad”.

Beatriz M.: “Lo sacaron de una cárcel conflictiva y viene a otra con problemas, eso no es justo”

“Quiero comunicarme con mi hijo para saber cómo está. Nos encontramos aquí con mi nuera en las afueras de la cárcel y no nos vamos a mover hasta que nos entreguen información. Si tenemos comunicación con él o un amigo nos quedamos más tranquilas. Lo peor es que no tiene teléfono. Suele llamarnos desde un teléfono de un compañero. La última vez nos dijo que no sabía si lo iban a trasladar a otra cárcel y temía mucho porque hay mucho peligro en esta cárcel. Los están amenazando mucho y ya no hay garantías. En los buses que salieron no logré verlo porque los agachan. Mi hijo estaba en la cárcel del Turi y lo trasladaron acá para que no corriera peligro. Y ahora mire lo que está pasando aquí. Es inconcebible que sigan pasando estas cosas y que ninguna autoridad tome cartas en el asunto”.

Fuente: El Comercio