Los habitantes de las zonas afectadas por la contaminación en Quinindé presentan varios problemas de salud

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Desde el pasado viernes Esmeraldas se declaró en emergencia frente al derrame de petróleo que afecta al río que abastece a la ciudad. Hombres de blanco capturando el petróleo en el río Viche es lo primero que encontramos en la travesía hacia el recinto Chirihuile que está unos 100 kilómetros de la rotura del oleoducto. El crudo se pasa las boyas absorbentes y aunque en menor cantidad sigue corriendo hacia Esmeraldas.

Las imágenes muestran como el crudo se va quedando en las orillas del río y en las pequeñas islas que se muestran completamente pintadas de negro porque el cause del río ha bajado. Han sido dos días que la lluvia ha dado tregua y eso permite también la navegación con ayuda a las comunidades rurales alejadas.

De hecho, hoy brigadas médicas se embarcaron en botes inflables de los Bomberos de Quinindé para atender a los 100 habitantes de Chirihuile.

 

“No hay palabras para describir esto”.

Es un caserío que desde la madrugada del pasado jueves tiene una playa manchada de petróleo. Los habitantes se enteraron de que llegaron los médicos y salieron porque ya no soportan más lo que el derrame de petróleo les trajo.

 

“Sentí un poco de náuseas”.

Personas de todas las edades llegaron con mareos, dolores articulares, estomacales y algo que probablemente no tenga receta. La irritabilidad por los daños. Agua es lo que si les está llegando por galones y que es por la emergencia.

 

“Una mata de cacao está avalada como en USD 2 000, porque al precio que se puso, nosotros estamos perdiendo”.

Mientras esto pasa en las comunidades, en la zona de origen los trabajos de recolección de crudo avanzan lentamente, en la reparación del oleoducto los técnicos trabajan las 24 horas para recuperar el bombeo y no afectar a las exportaciones de petróleo.

Fuente: Ecuavisa