Hace apenas una semana, el mundo quedó atónito ante la primera fotografía jamás tomada de un agujero negro, rodeado por su brillante disco de acreción, un anillo de materiales girando rápidamente a su alrededor. La imagen de ese agujero negro, justo en el centro de la galaxia M87, a 55 millones de años luz de la Tierra, conquistó los titulares y las portadas de cientos de medios de comunicación en todo el mndo.
Pero eso solo fue el principio. Los responsables del proyecto, en efecto, acaban de anunciar durante la reunión que mantiene estos días la Sociedad Americana de Física que muy pronto estarán en condiciones de mostrar, también, el primer vídeo de ese mismo agujero negro. Uno en el que podremos ver cómo el anillo de gas ardiente gira caóticamente alrededor del enorme «monstruo», del tamaño de nuestro Sistema Solar y con una masa equivalente a la de 6.500 millones de soles.
Como ya sabemos, el EHT (Event Horizon Telescope) no es un instrumento convencional. Se trata, más bien, de un «telescopio virtual», una red de grandes radiotelescopios repartidos por todo el mundo (uno de ellos en España), que observan de forma sincronizada las ondas de radio procedentes del objeto seleccionado. Y esas observaciones se pueden combinar, de forma que todos los telescopios actúan como uno solo. Uno de 12.000 kilómetros de diámetro, casi el tamaño de la Tierra.
Aumento exponencial del detalle de las imágenes
Sin embargo, y a medida que más radiotelescopios se vayan uniendo al EHT, el detalle de las imágenes aumentará exponencialmente. Y, según dijo en su presentación Shep Doeleman, astrónomo de la Universidad de Harvard y director del proyecto EHT, el equipo de investigadores debería ser capaz, muy pronto, de obtener películas de agujeros negros en acción.
«Resulta que incluso ahora, con lo que tenemos -dijo Doeleman- podríamos ser capacas, con ciertas suposiciones previas, de observar las firmas de rotación (las evidencias del disco de acreción girando alrededor del agujero negro). Y luego, si contáramos con más estaciones, podríamos empezar a ver películas en tiempo real sobre la acumulación y la rotación del agujero negro».
Según declaró el investigador a LiveScience después de su presentación, en el caso de M87 sería «bastante sencillo» conseguir ese vídeo. Ese agujero negro es enorme, con sus 6.500 millones de masas solares y su horizonte de sucesos, la línea más allá de la cual ni siquiera la luz puede regresar, rodeando una esfera oscura del tamaño del Sistema Solar. Lo cual implica que la materia ardiente del disco de acreción tarda mucho tiempo en dar una vuelta completa alrededor del agujero.
«La escala de tiempo en la que M87 cambia de forma apreciable -explica Doeleman- es superior a un día. Y eso es genial, porque significa que el EHT puede filmar una película, fotograma a fotograma. Primero tomamos una imagen. Después, si queremos otra, o varias para hacer un ‘time lapse’, volvemos a tomar imágenes al día siguiente, o una cada día durante una semana. Podríamos hacer esto durante siete semanas seguidas y obtener así, uno a uno, los fotogramas de una película».
Sagitario A* aún queda lejos
Para el investigador, sería mucho más dificil hacer lo mismo con el agujero central de nuestra propia galaxia, Sagitario A*, ya que es mucho más pequeño y se mueve mucho más deprisa. Recordemos que Sagitario A* fue también, junto a M87, el objetivo para conseguir la primera fotografía, pero debido a su «pequeño» tamaño y rápido movimiento eso es algo que llevará más tiempo.
Sagitario A*, en efecto, es mil veces menos masivo que M87 (su masa «solo» es de cuatro millones de soles), y eso sgnifica que la escala de tiempo en que se mueve también es mil veces más rápida. Se moverá apreciablemente en minutos u horas, no en días, como M87. «Para estudiarlo -afirma Doeleman- hay que desarrollar un algoritmo completamente diferente, porque es como si el sujeto se estuviera moviendo mientras tu cámara está tomando una exposición».
Por eso, para obtener un vídeo de Sagitario A*, el EHT no solo tendría que recopilar todos los datos necesarios para producir imágenes del agujero negro, sino también dividir esos datos en diferentes partes, una para cada momento. Después, el equipo compararía esos fragmentos entre sí utilizando sofisticados algoritmos para descubrir cómo iba cambiando el agujero, incluso mientras estaba siendo captrado. Para conseguirlo, los miembros del equipo del EHT trabajan actualmente en la forma de tratar e interpretar «lo que llamamos imágenes dinámicas».
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