Con los alegatos finales del oficial sustanciador y la defensa del general Enrique Espinosa de los Monteros concluyó —este 21 de mayo de 2019— la audiencia del sumario administrativo abierto por el uso del helicóptero policial que se accidentó a inicios de marzo. La resolución se emitirá este miércoles 22 de mayo de 2019, a las 16:30, por parte de la oficial sancionadora general inspector María Fernanda Tamayo.
La audiencia demoró casi cinco horas. Se reinstaló a las 09:00 en el octavo piso del edificio de la Inspectoría General, donde estuvieron Tamayo, el sumariado Enrique Espinosa de los Monteros y su abogado John Egred, el oficial sustanciador Juan Francisco Sosa y por Asuntos Internos, Marco Santana.
13 testigos estuvieron convocados; de ellos 10 acudieron, dos justificaron y uno llegó retrasado por una complicación. En el salón también se hizo presente Karina Peralta, exvocal del Consejo de la Judicatura y pareja de Espinosa.
John Egred, defensor de Espinosa, prescindió de cuatro testigos. El oficial sustanciador inició su intervención recordando que a Espinosa se lo investigó porinfringir el artículo 121 numeral 4 del Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público (Coescop). La norma refiere que es una falta muy grave obstaculizar el cumplimiento del servicio o emitir órdenes contrarias al ordenamiento jurídico.
En cambio, el abogado del oficial investigado, aseguró que lo único que hizo su cliente fue consultar a los oficiales si existía la posibilidad de trasladarlo a Quito, que no fue orden ni disposición. Añadió que Espinosa usó la aeronave para una actividad institucional dispuesta por otro general.
Juan Francisco Sosa inició la presentación de las pruebas de cargo. Primero, expuso el contenido de la declaración juramentada de Nelson Villegas, comandante de la Policía, quien aseguró que el lunes 4 de marzo el general Espinosa no contó con su autorización o con la de la Dirección General de Operaciones para el uso del helicóptero.
Luego dio su testimonio Pablo Aguirre, director de Educación. Admitió que debido a que se acercaba un evento internacional que debía desarrollarse en esos días en Quito solicitó la ayuda de los oficiales que se encontraban en la plaza de la capital. Entre ellos Espinosa. Habló con él y le asignó recibir a la delegación española para el encuentro de Iberpol. Lo que Aguirre dijo que no sabía era que el convocado se encontraba fuera de la ciudad.
Byron Haro, comandante del Aeropolicial, señaló que entre el 2 y 4 de marzo se encontraba en sus días libres. Recibió una llamada de un oficial que le indicaba que el general Espinosa requería trasladarse en el helicóptero. Habló con Espinosa para verificar la disposición, quien le confirmó que debía acudir a la delegación en el aeropuerto. Haro se comunicó con el piloto a quien dispuso coordinar.
El piloto Rigoberto Recalde confirmó que recibió la disposición y que de inmediato se puso en contacto con Espinosa para recogerlo al día siguiente en San Vicente, Manabí.
El abogado defensor sostuvo que una consulta no es orden ni disposición. Y para demostrarlo presentó como testigo al comandante de Aeropolicial de Manabí, Marco Flores. Él confirmó que Espinosa le llamó para decirle: “Quisiera ver si mañana me dan un empujón hasta Santo Domingo para de ahí coger mi carro hasta Quito”.
Al final, el general fue llevado a Quito porque las condiciones climáticas fueron favorables. Hubo otros tres testigos solicitados por la defensa.
Esta es la primera ocasión que un oficial de alta jerarquía y en servicio activo afronta una situación que podría llevarle a la desvinculación de la institución si es que es encontrado responsable de la falta que se le adjudica.
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