La Conaie evidencia discrepancias con su ‘brazo político’, Pachakutik

Marlon Santi acompañó a Yaku Pérez al pedido de una consulta antiminera en la Corte Constitucional.

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Este sábado (24 de agosto del 2019) se efectuará la asamblea anual de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

En el encuentro, que se realizará en Rukullakta (Napo), el movimiento indígena definirá su postura ante el Gobierno, sobre todo, en lo que respecta a su decisión de impulsar la explotación minera y petrolera. ​

La oposición al extractivismo es uno de los principales ejes dentro de la agenda social y política de la organización. También lo es para el movimiento Pachakutik (PK), considerado el brazo político de la Conaie.

Actualmente, esa tienda respalda la iniciativa para tramitar una consulta popular, que busca impedir la explotación minera en Azuay. La medida la impulsa Yaku Pérez, quien llegó a la Prefectura austral por Pachakutik. Una figura del movimiento indígena es gravitante desde un puesto decisivo: la Presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Diana Atamaint, quien lleva las riendas de la entidad, llegó al cargo tras participar en un concurso de méritos y oposición, respaldado por la Conaie. Sin embargo, desde febrero pasado, PK marcó distancia con la funcionaria.

Marlon Santi, coordinador del organismo, afirmó que la presidenta no pertenece a sus filas. “Diana Atamaint debe responder sobre sus actos. Nosotros le hemos quitado el respaldo, porque no es parte de Pachakutik desde el 2013”.

Pérez concuerda con Santi. El Prefecto señaló que la Conaie no impulsó la postulación de Atamaint, sino solo el presidente de la Confederación, Jaime Vargas.

Al respecto, el titular de la Conaie aseguró que el apoyo a la ahora presidenta del CNE fue una muestra de la apertura del movimiento hacia las diversas posiciones y a lo que él llama el Estado Plurinacional. ​

“No podemos decir que Diana deba alinearse al movimiento indígena. Hay que descartar eso. El CNE no puede ser para la derecha o la izquierda”, manifestó Vargas. La última decisión de Atamaint que fue objeto de críticas tuvo que ver con el Yasuní.

El 11 de julio pasado, el consejero Luis Verdesoto mocionó tratar en la sesión plenaria el pedido de consulta popular del colectivo Yasunidos, que busca una medida de reparación ante lo que consideran una vulneración de sus derechos.

Atamaint se abstuvo de votar. Hicieron lo propio los vocales Esthela Acero (AP) y José Cabrera (PSC). El viernes último, el CNE emitió un comunicado aduciendo que la reparación de derechos de Yasunidos no está entre sus competencias y que le corresponde dictaminar a un juez.

El documento reza que la situación jurídica del pedido del colectivo la maneja la Procuraduría, pues existe una demanda contra el Estado ecuatoriano en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). ​ Vargas adelantó que en los próximos días convocará a la presidenta del CNE a una reunión.

El objetivo, dijo el dirigente, será consultarle sobre sus decisiones en el Pleno. Según Atamaint, su relación con la Conaie pasa por un buen momento. “Con Pachakutik diría que no tengo inconveniente”, aseguró la funcionaria.

En este escenario, la Conaie prepara su Asamblea. En el encuentro, según Vargas, se concretará una movilización en contra de las medidas del Gobierno, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el extractivismo.

Apuntó que se tomarán directrices de cara a las elecciones presidenciales y legislativas del 2021 y aseguró que las decisiones que adopten deben ser cumplidas por Pachakutik.

El objetivo del movimiento es sumar esfuerzos con sectores de trabajadores, campesinos y emprendedores, para definir una propuesta unitaria. Tanto Vargas como Santi manifestaron que no habrá alianzas ni acercamientos con organizaciones como el Partido Social Cristiano o Creo.

Para el catedrático de la Universidad Central del Ecuador, Napoleón Saltos, el extractivismo es un tema sensible para PK y la Conaie. “La actuación de Atamaint en ese tema no ha correspondido a sus declaraciones”. Saltos cree que al interior del movimiento indígena existen discrepancias.

En las pasadas elecciones seccionales del 24 de marzo, Pachakutik fue una de las fuerzas políticas que emergió en el tablero político. Sin alianzas, obtuvo cuatro prefecturas y 13 alcaldías. Según Saltos, si este movimiento recobra su agenda de trabajo, podría ser una tercera alternativa, entre la derecha y el correísmo.

Fuente: El Comercio