Lenín Moreno regresó al Palacio de Carondelet, pero sede de Gobierno seguiría siendo Guayaquil

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Flameando la bandera del Ecuador y junto a su gabinete ministerial, el presidente Lenín Moreno reapareció ayer en el balcón del Palacio de Carondelet, cercado por policías, militares y vallas metálicas los últimos once días, a causa de las violentas manifestaciones ocurridas en las calles aledañas a la plaza Grande.

Aunque por el Decreto Ejecutivo 888 se trasladó la sede del Gobierno de Quito a Guayaquil, enmarcados en el Decreto Ejecutivo 884 que dispuso el estado de excepción, que a su vez faculta al mandatario a cambiar la locación, formalmente, la sede continuaría siendo Guayaquil.

La Secretaría General de Comunicación confirmó a las 16:30 de ayer que, para esa hora, aún no había nuevo decreto o decretos que deroguen los 884 y 888, aunque, en esta semana, el hasta entonces jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Roque Moreira, comunicó que el estado de excepción terminó.

Mientras decenas de personas miraban hacia el balcón en la plaza de la Independencia, Moreno alzaba con sus manos las de su esposa, Rocío González, y la del ministro Oswaldo Jarrín. Días antes, la dirigencia indígena condicionó el diálogo no solo a la derogatoria de las medidas económicas, sino también a la salida de Jarrín y la ministra de Gobierno, María Paula Romo, quien también estuvo presente en el balcón.

“Ahora viene la justicia y la fortaleza, la reconciliación con justicia. Ahora viene la toma de decisiones para mejorar el futuro… y para poder vivir en paz. El pueblo de Quito, de Ambato, de Riobamba, de Cuenca, de Latacunga, fue prudente, pero sabe perfectamente que la violencia puede volver”, expresó Moreno.

El diálogo entre el Gobierno y los trabajadores para acordar sobre las reformas laborales, previsto para ayer, fue pospuesto, informó la Organización de Naciones Unidas.

Fuente: El Universo