Más de 300 estudiantes universitarios taiwaneses han sido repatriados este jueves desde Hong Kong ante el recrudecimiento de la violencia en las protestas en esa ciudad, donde los campus de las universidades se han convertido en el campo de batalla entre manifestantes y Policía durante los últimos días.
Un hombre de 70 años ha muerto después de haber sido herido con un ladrillo durante los enfrentamientos del miércoles entre manifestantes pro y antigubernamentales, según relatan desde el hospital en el que ha sido tratado. «La salud del paciente continuó deteriorándose y murió el jueves por la noche», ha dicho un portavoz del Hospital Príncipe de Gales en Hong Kong en un comunicado.
La situación en las universidades continúa empeorando y ya son varios los centros educativos que han anunciado la suspensión total de las clases hasta principios de 2020, adelantando así el final de un semestre cuyo cierre estaba previsto para el próximo 30 de noviembre.
Según datos ofrecidos por las autoridades, poco más de un millar de taiwaneses estudian actualmente en Hong Kong, y el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que se está coordinando con otros departamentos para llevarlos a todos de vuelta a la isla.
A estos estudiantes hay que sumar los, al menos, 80 provenientes de la China continental que el miércoles tuvieron que ser evacuados al otro lado de la frontera tras los enfrentamientos registrados en el campus de la Universidad China de Hong Kong, que han sido los más violentos de estos días.
La portavoz de la cancillería taiwanesa, Joanne Ou, ha asegurado sentirse «desconsolada» y «profundamente triste» tras ver la represión de los policías hongkoneses sobre los estudiantes de la Universidad China.
Llamamiento de la presidenta de Taiwán
En su cuenta oficial de Twitter, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, escribió ayer: «Llamo solemnemente al Gobierno de Hong Kong a que detenga estos actos de represión antes de que sea demasiado tarde. No se debe responder a la voz del pueblo con violencia, y no se debe sacrificar la sangre de jóvenes hongkoneses para pintar las caras de las autoridades de Pekín».
Asimismo, la líder isleña recordó que el Estado de derecho existe para proteger al pueblo, y que el Gobierno existe para servir al pueblo: «Cuando la Policía ya no protege a los ciudadanos y el Gobierno ya no hace lo mejor para el pueblo, la gente pierde su confianza en el Gobierno».
La intensidad de estos enfrentamientos aumentó durante la jornada de huelga del lunes después de que un policía de tráfico disparase, tras un forcejeo, a un joven de 21 años, que permanece en estado grave.
Asimismo, en estos días se han registrado al menos otros tres heridos graves: el lunes, manifestantes prendieron fuego a un hombre de 57 años que discutía con ellos, y el miércoles, un joven de 15 años y un hombre de 70 resultaron golpeados en la cabeza por un bote de gas lacrimógeno disparado por la Policía y un objeto lanzado por manifestantes, respectivamente.
De la ley de extradición a la oposición a Pekín
Las manifestaciones en Hong Kong comenzaron en junio a raíz de un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición a la cada vez mayor injerencia de Pekín.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía se han convertido en habituales.