El presidente interino, reconocido por medio centenar de gobiernos, convocó con suficiente antelación a las calles del país a protestar contra el régimen en medio de un clima de frustración ante la falta de resultados prácticos para deponer al régimen de Maduro.
Motivos para protestar sobran. Pero el objetivo del joven líder, que tiene sobre sí la amenaza de ser detenido, no ha sido dicho claramente y el mayor temor es que la protesta de este sábado 16 de noviembre culmine sin consecuencias y quienes participen regresen a sus casas con el típico sinsabor de las veces anteriores.
Algunos hablan de protesta sostenida, sin embargo, este escenario es poco probable debido al agotamiento que dejó esta practica en el año 2017 cuando la brutal represión dejó 126 muertos en cuatro meses.
El paro nacional o la huelga es otra de las opciones. Aunque hay quienes advierten sobre lo absurdo de llamar a la paralización cuando la escasa producción y la destrucción del aparato productivo tienen a todos los sectores prácticamente en la quiebra, y Maduro no ha mostrado pudor a la hora de expropiar y tomar las empresas siguiendo los pasos de Chávez.
Sin embargo, en declaraciones a la prensa en la víspera de la marcha, el propio Guaidó no descartó que se llama a paro nacional o a protestas sostenidas. Al parecer todo depende de la participación ciudadana y del clima que se perciba el propio sábado.
“No tenemos que generar expectativas, ya esas las tenemos, pero no queremos generar más frustraciones, no tenemos un número mágico, pero no podemos caer en errores como el abandono del y el antejuicio de mérito”, en referencia a la actuaciones que se hicieron en la Asamblea Nacional en los años 2018 y 2017.
A juicio de Guaidó lo destacable es demostrar que el venezolano sigue creyendo en el derecho de la protesta.
Mientras tanto, el régimen hizo su clásico llamado a contramarchar en el centro de Caracas, muy cerca de las instituciones de poder, ha suspendido el vuelo de drones y la venta de combustible en bidones.
La Iglesia católica, los gremios de salud, educación y de periodismo llamaron a marchar y el Comando Sur de Estados Unidos pidió a los militares del país a respetar el derecho ciudadano a la protesta.
Si Juan Guaidó no logra que esa masa de venezolanos regrese a sus hogares convencida de que su participación no será en vano, podría perder lo que le queda de liderazgo y su propia libertad.
Fuente: NTN24
