Los demócratas impulsaron este viernes el juicio político contra el presidente Donald Trump hacia una votación en el pleno de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, luego de que la Comisión de Asuntos Jurídicos aprobara los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, en medio de la tormenta constitucional y política que ha dividido al Congreso y a todo Estados Unidos.
Se espera que la Cámara de Representantes apruebe los dos artículos del juicio político la próxima semana, antes de que los legisladores salgan para las fiestas decembrinas.
El abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, acudió a la Casa Blanca el viernes y se esperaba que se reuniera con el mandatario.
El sábado, el presidente indicó que Giuliuani desea presentar al secretario de Justicia y al Congreso la información que ha recabado de sus investigaciones en Ucrania. Según Trump, Giuliani no le ha indicado aún en qué consiste la información, aunque el mandatario dijo que ha oído que es abundante.
Giuliani, exalcalde de Nueva York, ha visitado varias veces Ucrania para efectuar investigaciones sobre Biden, el posible contrincante demócrata del presidente en los comicios de 2020, y del hijo de éste, Hunter Biden, así como sobre la desacreditada teoría de conspiración de que fue Ucrania, no Rusia, la que se entrometió en los comicios de 2016 en Estados Unidos para ayudar a Hillary Clinton, la rival demócrata de Trump en aquel entonces.
La división partidista de la comisión -23 demócratas y 17 republicanos- refleja la atmósfera general en el pleno del Congreso. Se espera que la cámara baja, de mayoría demócrata, apruebe los cargos contra Trump la próxima semana, pero es probable que el Senado controlado por los republicanos lo absuelva después de un juicio en enero.
La comisión, formada por algunos de los demócratas y republicanos más incisivos del Congreso, se enfrentó durante todo el jueves y parte de la noche, mientras los republicanos insistían en un largo debate sobre enmiendas diseñadas para desestimar las dos acusaciones formales, aunque sin esperanzas de arrebatar votos a los demócratas, que tienen mayoría.
Trump está acusado, en el primer cargo, de abusar de su autoridad presidencial al solicitarle a Ucrania que investigara a su potencial rival en las elecciones de 2020, Joe Biden, mientras le retenía asistencia militar; y en el segundo, de obstruir las labores de la Cámara de Representantes para investigar sus acciones.
Los republicanos en la comisión, sorprendidos por el retraso de la votación el jueves, estaban enojados. Cuando el presidente de la comisión, Jerrold Nadler, representante demócrata por Nueva York, anunció la demora de la votación, en el estrado se escucharon murmullos y los republicanos inmediatamente comenzaron a gritar frases como «increíble» y «sólo quieren estar en televisión». El Congreso no tenía previsto reunirse el viernes y muchos legisladores tenían otros planes, algunos fuera de Washington, D.C.
«Esta es la farsa de juicio de la que estamos hablando», afirmó el representante Doug Collins, de Georgia y máximo legislador republicano en el organismo, agregando que no se les consultó la decisión. «A ellos no les preocupan las normas, sólo tienen una cosa, su odio hacia Donald Trump».
Trump es apenas el cuarto mandatario estadounidense en enfrentar procedimientos de juicio político y el único que realiza una campaña de reelección al mismo tiempo. El resultado conlleva graves consecuencias políticas para ambos partidos de cara a las elecciones de 2020, ya que el país profundamente dividido sobre si el presidente realmente cometió actos meritorios de un juicio político y sobre si debería depender del Congreso, o de los votantes, decidir si permanece en el cargo.
Trump insiste en que no hizo nada malo y a diario critica las labores de los demócratas, las cuales describe como una farsa y dañinas para el país. Sus aliados republicanos parecen inquebrantables en su oposición a la destitución de Trump, y el mandatario asegura que espera una rápida absolución en su juicio en el Senado.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi expresó el jueves confianza en que los demócratas, que alguna vez intentaron evitar una labor exclusivamente partidista, tendrán los votos necesarios sin respaldo republicano para llevar al mandatario a juicio político durante la votación del pleno de la cámara baja, pero también informó que dependerá de cada legislador sopesar la evidencia.
«El hecho es que rendimos juramento para proteger y defender la Constitución de Estados Unidos», declaró Pelosi a la prensa. «Nadie está por encima de la ley; el presidente tendrá que rendir cuentas por su abuso de autoridad y su obstrucción al Congreso».
Tras dos días de sesiones, los demócratas no quisieron una votación a última hora, en la oscuridad de la noche, que luego pudiese usarse políticamente en su contra. La mayoría demócrata quería permitir que los republicanos expusiesen tantas enmiendas como quisieran y no cortar el debate, según asesores, pero a medida que el proceso se alargaba, decidieron que preferían aprobar los cargos a plena luz del día, agregaron.
El presidente se negó a participar en el proceso y ha manifestado sus críticas en Twitter, como el jueves, cuando se burló de los cargos en su contra contemplados en las nueve páginas de la resolución de la Cámara de Representantes calificándolos de «juicio político ligero», pero Pelosi afirma que Trump está equivocado y el caso tiene una sólida fundamentación.
Fuente: El Universo