El presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia (SNCF), Jean-Paul Farandou, aseguró en una entrevista con el diario Le Monde publicada este martes (24.12.2019), que la huelga contra la reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, ya le ha costado 400 millones de euros a la compañía ferroviaria estatal.
Farandou advirtió que esa cifra podría aumentar si, como está previsto, los paros continúan durante y después de las fiestas de Navidad. La autoridad subrayó que es demasiado pronto para hacer un balance completo de la situación para la empresa, entre otras cosas porque las protestas prosiguen, pero avanzó que sus cuentas de 2019 estarán «fuertemente impactadas”.
Los trenes son, con el transporte metropolitano de París, los sectores con más adhesión a las movilizaciones que se iniciaron el 5 de diciembre, y afectan un día más a millones de personas en sus desplazamientos cotidianos.
El primer ministro, Édouard Philippe, presentó el lunes un calendario de negociaciones sobre su proyecto de reforma a partir del 7 de enero con los sindicatos y la patronal mediante múltiples reuniones con los ministros competentes.
Sin embargo, los sindicatos han rechazado la propuesta pues fue realizada mediante un comunicado y no a través de invitaciones formales.
No hay solución a la vista
Esta jornada, solamente 40 por ciento de los trenes de alta velocidad (TGV) circulan, según la SNCF. El tráfico debía reducirse aún más a partir del martes al final del día, con un cierre total de líneas de trenes de cercanías parisinas, que no volverán a abrir hasta el miércoles. En París, sólo dos líneas automáticas de metro funcionaban normalmente y varias estaban completamente cerradas.
Laurent Brun, secretario general de la CGT ferroviaria, adelantó que «no hay razón para que esta huelga se detenga de repente. No nos detendremos cuando perdimos 20 o 25 días de salario sólo porque es Año Nuevo”, advirtió.
La reforma de pensiones, que es rechazada por diversos sectores, pretende fusionar en un sistema «universal” los 42 regímenes de pensiones existentes y, en particular, suprimir los «regímenes especiales”, entre ellos los de la RATP (metro parisino) y de la SNCF, que permite a sus empleados dejar de trabajar antes.
Fuente: DW