El gobierno de Nicaragua ordenó la excarcelación de 91 opositores, que ahora pasarán a un régimen de casa por cárcel, informaron este lunes (30.12.2019) distintas fuentes. Entre las beneficiadas se encuentra la líder estudiantil de origen belga Amaya Coppens, quien fue detenida el 14 de noviembre junto a otras doce personas por haber intentado darles agua a unas mujeres en huelga de hambre.
«Hoy 30 de diciembre se han reintegrado a sus hogares bajo un régimen especial de convivencia familiar” 91 opositores nicaragüenses, anunció el Ministerio de Gobernación, que controla los penales. La medida fue posible gracias a las gestiones del papa Francisco, el nuncio apostólico en el país, Waldemar Stanislaw, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la estatal Procuraduría de Derechos Humanos, señala la nota.
«Siento una mezcla de alegría de ver a mi familia y de rabia por ver cómo (mis dos hermanos) fueron agredidos hace unos días” por grupos armados durante una protesta pacífica, dijo Coppens a la AFP, poco después de llegar a su ciudad natal, Estelí. Coppens, de 25 años, dijo que va a seguir exigiendo de manera cívica «libertad, justicia y democracia para Nicaragua”.
Aunque diversos grupos opositores mantienen campañas constantes en demanda de la liberación de los «presos políticos”, la excarcelación de esta madrugada fue sorpresiva. Hasta el domingo la oposición contaba 148 «presos políticos” en las cárceles nicaragüenses, más otras 82 personas de las que no se tiene noticias desde que fueron capturadas por policías y paramilitares, aparte de 7 desaparecidas.
«Aún quedan hermanos en las celdas, el régimen debe liberar a todos los presos políticos”, demandó la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD). En tanto, el director ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pablo Abrao, celebró en la red social Twitter como «buenas noticias la liberación de presos políticos hoy en Nicaragua”.
Según la CIDH, ente autónomo de la OEA, los choques entre manifestantes, policía y grupos progubernamentales iniciados a mediados de 2018 dejaron al menos 328 muertos, centenares de detenidos y 88.000 exiliados.
Fuente: DW