Manifestantes iraquíes consiguieron abrir el portón exterior de la embajada de los Estados Unidos en Bagdad y amenazan con penetrar en el edificio principal de la sede diplomática. Protestan contra los bombardeos que ordenó Washington contra las milicias proiraníes que actúan en el país, a las que acusa de la muerte de un civil norteamericano. Los ataques de la Fuerza Aérea causaron unas 25 bajas entre los milicianos.
Las fuerzas de seguridad de los EEUU que defienden la embajada dispararon gases lacrimógenos para intentar dispersar a la multitud, que ha ignorado los pedidos de retirarse que se han realizado a través de megáfonos y permanece junto a la puerta del edificio.
El ataque de los EEUU tuvo como objetivo a Kataeb Hezbollah en Irak, es decir la brigadas del grupo terrorista originado en El Líbano, que perpetró un ataque con cohetes que le costó la vida a un contratista de nacionalidad estadounidense.
Los manifestantes atravesaron los puestos de control que normalmente restringen el acceso a la Zona Verde de alta seguridad, donde está la embajada, gritando “Muerte a Estados Unidos”. Las fuerzas de seguridad se desplegaron delante de las puertas de la embajada, mientras que los que protestan quemaron banderas estadounidenses y arrancaron las cámaras de seguridad.
Los manifestantes están vestidos con el uniforme de combatientes de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de paramilitares dominada por facciones chiitas proiraníes a la que pertenecen las brigadas de Hezbollah, la facción atacada en los bombardeos. Algunas mujeres con banderas iraquíes y de las Fuerzas de Movilización Popular también participaron en la protesta.
Con pancartas que rezaban “El Parlamento debe expulsar a las tropas estadounidenses, si no, nosotros las echaremos” o “Cierren la embajada estadounidense de Bagdad”. Gritaban: “Estados Unidos es el gran Satán”.
Los bombardeos, que Washington ordenó en represalia por la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes contra una base en Irak, atizaron el sentimiento antiestadounidense. El ataque con cohetes no fue reivindicado, pero Estados Unidos lo achacó a la facción chiita de las brigadas de Hezbollah.
Las Fuerzas de Movilización Popular, que ayudaron al poder iraquí en la lucha contra los yihadistas, fueron integradas en el ejército del país.
Fuente: Infobae