El movimiento contra la reforma de pensiones en Francia mantiene el pulso al Gobierno

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Los sindicatos franceses regresaron a las calles de Francia para exigir la retirada de la reforma del sistema de pensiones que defiende el Ejecutivo de Emmanuel Macron, cuando se cumplen dos meses de las primeras movilizaciones.

El movimiento aglutinó hoy a 121.000 personas en toda Francia, 15.000 en París, según cifras del ministro del Interior, mientras que la Confederación General de Trabajadores (CGT) cifró la participación en París en 130.000 personas.

Aunque la cifra dada por Interior mostró una ligera subida frente a la última marcha del 30 de enero, la participación ha caído a la mitad en dos semanas y muestra una movilización mucho más débil que al inicio de las protestas, que llegaron a activar a 800.000 personas, 1,5 millones según los sindicatos.

Las centrales reclaman la retirada total del proyecto de ley que actualmente es examinado en la Asamblea Nacional, y que incluye aspectos polémicos como la puesta en marcha de un sistema de cálculo de pensiones universal, que ponga fin a las numerosas excepciones del plan actual.

“La movilización está ahí y los que se niegan a verlo deben abrir los ojos”, dijo a la prensa el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, a la cabeza de la manifestación parisina este jueves a la que también acudió el líder izquierdista, Jean-Luc Mélenchon.

Las pancartas dejaban ver lemas como “Retirada por puntos: todos perdemos”, en la que ha sido la novena jornada de movilización desde el 5 de diciembre y que ahora piden a los diputados que no aprueben el texto.

Aunque el transporte nacional ha vuelto a la normalidad, uno de los sindicatos de la RATP, empresa que gestiona metro y autobuses en la región parisina, ha llamado a una nueva jornada negra el próximo 17 de febrero con el objetivo de cortar de nuevo el transporte público en la capital.

La Asamblea Nacional debe examinar más de 20.000 enmiendas, la mayoría de las cuales viene de los diputados de La Francia Insumisa, el partido de Mélenchon.

Fuente: El Mercurio