Guardias de seguridad reclaman mejores condiciones laborales en medio de crisis por COVID-19

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Milton tenía un mes de haber sido contratado como guardia por una empresa de seguridad que lo despidió el 2 de abril pasado, aseguró, después de que se negara a recoger el cuerpo de una persona que habría fallecido por los efectos del COVID-19, en un dispensario del Ministerio de Salud en Quito.

«El 1 de abril me supieron manifestar que tenía que equiparme por orden de la directora para poder movilizar un cadáver de una persona que había fallecido por COVID-19. Yo le dije que ese trabajo no es (el mío)», relató Milton, de 52 años, quien añadió que para tener una constancia de lo sucedido grabó un video del momento en que se realizó el traslado de ese cadáver y en el que participó otro celador.

Esta es una de las aproximadamente 100 quejas que ha recibido la Federación Nacional de Trabajadores de Seguridad Privada del Ecuador (Fenaspe) desde que se originó la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus.

En el Ecuador, se registran más de 20 mil casos confirmados y más de 500 muertos, según datos oficiales, aunque la cifra de fallecidos podría ser mucho mayor. En los primeros quince días de este mes hubo más de 6000 muertos, versus los 1000 en promedio que se contabilizan normalmente en Guayas en ese mismo periodo.

«Hay compañeros que laboran en empresas de seguridad que no cobran dos meses; otros, inclusive, tres meses. Por lo menos ahora le vemos a los compañeros que les han dado guantes, les han dado alcohol, pero no les están dando su traje de bioseguridad, que debería dársele a los compañeros que trabajan en los centros de salud. No se les ha dado una estrategia correcta de cómo manejar esta situación de emergencia, no se le da una capacitación», lamentó Rubén Salvador, presidente de la Fenaspe, quien añadió que otro de los problemas reportados por guardias es la dificultad para movilizarse a sus puestos de trabajo.

El director jurídico de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Seguridad de la Provincia del Guayas (filial de la Fenaspe), Edward Franco, comentó que las empresas de seguridad deberían facilitar la movilización de sus colaboradores a las empresas e instituciones donde cumplen su función.

«Recordemos que tenemos un toque de queda. Las empresas pueden hacer uso de las camionetas, el uso de varios equipos para poder movilizar a su personal y llevarlo a su domicilio, pero no, los ponen a trabajar 24, hasta 48 horas. Sin alimentación, sin aseo, con la presión. El personal está matado», dijo Franco.

Dos guardias en uno de los accesos del Hospital Ceibos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en el norte de Guayaquil.

A Milton también se le complicó acceder a implementos de bioseguridad para evitar el contagio y no exponer a su esposa e hijos durante el mes de labores.

«Hasta el día que yo estuve de parte de la empresa de seguridad no nos daban los implementos necesarios, más bien le tocaba a uno pedirles de favor al centro de salud que nos faciliten, lo cual era muy difícil ya que era muy difícil el stock que tenían, era muy controlado incluso el personal médico», contó el guardia de seguridad, quien labora en otra compañía.

«Esto ha pasado siempre, al guardia lo han visto como navaja suiza, multiuso. Qué es lo que pasaría si un compañero guardia muere en estas circunstancias, por tratar de mover un cuerpo porque no tiene la experticia ni el conocimiento, la compañía va a decir: ‘Es que yo no hice un contrato con el hospital para que el señor mueva los cuerpos y si murió no fue culpa mía'», comentó Salvador.

Ricardo Vanegas, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Seguridad e Investigación de Ecuador (Anesi), dijo que en el país hay alrededor de 600 empresas de seguridad y que él puede responder solo por las 150 compañías asociadas a Anesi. El directivo sostuvo que hay un problema con el que han lidiado las empresas de este sector por un problema de liquidez que afecta a sus clientes.

«El gran problema que tiene el Ecuador es que el Gobierno pide en este momento la colaboración de las empresas de seguridad, pero en cambio no le paga las planillas del servicio prestado del mes de enero, febrero y marzo, que evidentemente origina una iliquidez en las empresas de seguridad, que al no recibir el dinero de la empresa que la contrata tienes ahí un tema con el que no se puede cubrir todos los meses con el sueldo de los guardias», aseguró Vanegas, quien añadió que esto se repite con municipios y empresas privadas.

No obstante, Vanegas mencionó que hay un problema mayor que incide en la situación actual: «El gran problema es que el Ministerio de Trabajo, el Sercop, el Ministerio del Interior (ahora Ministerio de Gobierno) conocen de las denuncias que ha presentado Anesi que a través de los concursos de contratación pública en el portal electrónico las empresas que participan son adjudicadas con valores que llegan hasta $ 1800 el puesto de 24 horas cuando en el mercado este servicio debe de pagarse en $ 3400. Desde ahí empieza la precarización del guardia».

Sobre las quejas de la falta de implementos de protección sanitaria, el presidente de Anesi comentó que esos insumos deben de ser entregados por las empresas de seguridad, pero dijo que ese malestar proviene de compañías que cobran valores por debajo de los montos reales y que no les permitiría costear la compra de las prendas de protección.

La Anesi estima que un 5 % de los 95 mil guardias en el país están contagiados con el nuevo coronavirus por estar expuestos en centros de salud, instituciones de otro tipo y empresas privadas.

EL UNIVERSO solicitó una entrevista al Ministerio de Gobierno y al Ministerio de Salud Pública, pero no se han atendido aún estos pedidos. No obstante, en la página web del MSP consta el documento Lineamientos de prevención y control para casos sospechosos o confirmados de SARS CoV-2/COVID-19, en el que se detalla los casos en los que se debe utilizar equipos de protección personal (EPP).

Por ejemplo, se especifica que en las áreas administrativas el personal que realice «cualquier actividad que no requiera contacto con pacientes COVID-19 no requiere EPP», como guantes, mascarilla, monogafas, pantalla facial, etc. Sin embargo, se recomienda guardar una distancia de 2 metros.

Imagen de la página 20 del documento colgado en la página del MSP.

El dirigente de la federación de trabajadores de seguridad indicó que elaboraron un documento denominado, considerado como un plan de contingencia para este sector, que tienen previsto enviarlo en las próximas horas al Gobierno para que se precautele la salud de los guardias. Antes de la pandemia, detalla Salvador, unas 135 mil personas se desempeñaban en ese oficio. Actualmente una parte de esos agentes trabaja en clínicas y hospitales. A su vez, Edward Franco, vocero del gremio en Guayas, adelantó que recopilarán las quejas para presentar una denuncia cuando pase la crisis sanitaria.

Mientras tanto, Milton continúa esperando a que lo llamen de la empresa que lo despidió para que le paguen sus haberes.

Fuente: El Universo