“La violencia acaba con la vida, igual que la pandemia”

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Aunque el confinamiento es la forma más eficaz para frenar la propagación de covid-19, es también un factor de riesgo para las personas que tienen que permanecer en sus casas y convivir con sus agresores lo que deriva en violencia de género y abusos a niñas, niños y adolescentes.

Grace Jiménez, asesora comunicacional de la Defensoría del Pueblo de la zona 6, explica que antes de que se decrete la cuarentena por el coronavirus, la violencia contra las mujeres ya era grave, pero lo que ha hecho la pandemia es evidenciar un sistema de Salud y de Justicia defectuosos en cuanto a la respuesta a esta problemática.

Un informe de ONU Mujeres alerta que en un contexto de emergencia incrementan los riesgos de violencia contra las mujeres y las niñas, especialmente violencia doméstica, debido al aumento de las tensiones en el hogar; además el impacto económico de la pandemia puede generar barreras adicionales para dejar una pareja violenta, así como un mayor riesgo de explotación sexual.
“Las personas sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena”, señala ONU Mujeres.


Encuesta
En el Ecuador, 65 de cada 100 mujeres han experimentado por lo menos un hecho de algún tipo de violencia en alguno de los distintos ámbitos (educativo, pareja, laboral, social, familiar) a lo largo de su vida. Azuay registra el mayor número de agresiones con 79,2 por ciento, según la Encuesta de Violencia contra las Mujeres de 2019.

A pesar de estas cifras, la ausencia de denuncias oscila entre el 80 y 95 por ciento en los casos. “En el país no hay una cultura de denuncia, nueve de cada 10 no lo hacen, y es que no hay una política de seguridad y un sistema de prevención efectiva por parte del Estado que nos ha dejado desprotegidas. La violencia es igual que la pandemia se propaga súper rápido y también acaba con la vida”, enfatiza Jiménez.

En la etapa de cuarentena, en el Azuay se han registrado dos decesos vinculados a conflictos intrafamiliares. La noche del pasado viernes, en una vivienda en el barrio Cabogán se produjo una discusión entre Diana Cabrera Montero y su esposo. La joven de 27 años falleció, tras un sufrir una herida de bala. Agentes de la Dinased investigan para esclarecer si se trató de un homicidio o suicidio.

Otra muerte violenta durante una riña familiar se produjo el 20 de abril en el cantón Sevilla de Oro. Según las investigaciones, en una pelea entre esposos intervino Fernando Maldonado, de 37 años, para defender a su madre, ante lo cual el padre sacó un revólver y lo mató, luego huyó.

“Es entendible que debemos luchar contra una pandemia que está quitando vidas, pero la violencia no está en cuarentena y es parte de un sistema de Salud que no ha dado la atención adecuada a este problema social”, dice Jiménez.

Para denunciar la violencia intrafamiliar en el país se han activado cuatro procedimientos: contactarse con la UPC, más cercana, llamar al 911, presentar una denuncia en la Fiscalía de Flagrancia o llamar de forma anónima al 1800 Delito (335486).

Para las personas que no pueden salir o llamar por teléfono de forma segura, la Fiscalía General del Estado habilitó un formulario en línea en la página web para denuncias de víctimas de violencia física, psicológica, sexual o casos de femicidio.

En este sentido, Jiménez señaló que la comunidad es un factor importante en las denuncias de la violencia intrafamiliar. “Cuando hay toque de queda la ciudad se vuelve silenciosa y se pueden escuchar los maltratos o golpes y la comunidad como un ente vigilante y solidario puede denunciar que a la vecina o la amiga es violentada”.

Juan Zapata, director del ECU911 señaló que se han recibido 10.695 llamadas, un promedio de 243 por día. “Este es un dato que nos sigue preocupando y estamos activados con otras instituciones para atenderlo”, aseguró.
La asesora comunicacional de la Defensoría del Pueblo de la zonal 6 llamó a romper el silencio y comunicarse a través de redes sociales para denunciar la violencia intrafamiliar.

Fuente: El Tiempo