La violencia a menores de edad sube en la cuarentena

0
1055

Un niño de apenas meses de nacido tuvo que ser trasladado desde su vivienda hasta una casa de acogida por un caso de violencia intrafamiliar. Pasó en Cuenca durante la cuarentena.

Era en su hogar donde tenía que estar protegido con su familia para evitar contraer el virus, pero el riesgo fue otro y tuvo que ser puesto a salvo.

A diario los casos de violencia intrafamiliar, en las que se incluyen a niños, niñas y adolescentes, se reportan a diferentes instituciones. Son los casos visibles, los que se pueden reportar y dar atención.

La Junta Cantonal de Protección de Derechos, por ejemplo, entre marzo y abril receptó 147 denuncias por violencia intrafamiliar, 107 de ellas fue por vulneración de derechos a niñas, niñas y adolescentes.

El ECU 911 entre el 15 de marzo y el 30 de abril receptó 347 denuncias de violencia intrafamiliar, contra la mujer y sus miembros.

Pero no todos los casos son reportados. La emergencia sanitaria obligó a las familias a mantenerse encerradas en sus casas, puso en pausa el sistema educativo y el Gobierno se encargó de tomar decisiones por todos.

Susana Cárdenas, docente de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Cuenca, recuerda que el maltrato es todo aquello que se hace o que se deja de hacer y que provoca un daño a la integridad de los menores de edad.

Parte del derecho fundamental que tienen y que es estar con su familia biológica. “En este estado (de emergencia) en el cual nos encontramos, el hogar es el espacio físico donde se les está garantizando estar con su familia, pero es el primer escenario donde se produce este maltrato”. Estos son el sicológico, físico y sexual.

Cárdenas indica que los progenitores o las personas que están a cargo de su cuidado, al estar en un estado de ansiedad y desesperación, profieren expresiones que dañan la salud mental; no todos reaccionan con gritos y van directo con agresiones al cuerpo.

La violencia sexual también está presente aunque en menor escala, dice Cárdenas. Recuerda que en muchos hogares el agresor está dentro del ámbito familiar.

Un estudio de la Universidad de Cuenca sobre el alcande y efectividad de los derechos de niños, niñas y adolescentes, refeljó que entre el 2009 y 2016 la Junta Cantonal de Protección de Derechos receptó más de 10.400 denuncias, 350 de ellas eran recurrentes y entre tres y cinco veces existía denuncias por violencia en contra de un mismo niño.

Más vulneraciones
Otra vulneración que se visibiliza es el derecho a la protección, que además de venir del núcleo familiar, también “lastimosamente” viene por el área educativa.

“Los derechos del desarrollo están encaminados también a garantizar una educación de calidad inclusiva y que garantice el desarrollo de los conocimientos”.

La especialista reconoce que hay menores de edad que en esta emergencia sanitaria no tienen acceso a la educación, y al tenerla, no permite la percepción y asimilación de conocimientos. Este maltrato viene desde la sociedad y el sistema educativo.

Pero también la educación en casa provoca que el maltrato físico aumente “porque los adultos hemos estado acostumbrados a derivar a terceras personas a que enseñen”.

Cárdenas también incluye la vulneración de derecho a la participación, a dar su opinión, a ser escuchados, “todas las directrices vienen de los adultos, todas las disposiciones han venido de los entes gubernamentales de los adultos”.

La Constitución de la República establece la obligación de generar políticas tendientes a favor de los niños, niñas y adolescentes. “Esta época nos ha afectado a todos, pero los más vulnerables y los más susceptibles son los niños, niñas y adolescentes”, reconoce la especialista.

José Pesántez, director de la Junta Cantonal de Protección de Derechos de Cuenca, detalló que de los casos denunciados existen diferentes tipos de vulneración de derechos como negligencia, maltrato físico, sicológico, en salud, educación y otros.

Canales de atención
Para atender los casos que son denunciados durante la emergencia sanitaria, en Cuenca se creó un Plan Cantonal de Intervención donde se establecieron rutas de atención a través de la línea única del 911, del 0939262219, así como el correo electrónico [email protected] para receptar la denuncia.

El documento incluye las estrategias de prevención, atención emergente y en crisis, y protección y restitución de derechos.
Pesántez detalla que con la denuncia recibida en un tiempo de máximo 24 horas se realiza el proceso desde la atención, asesoría hasta la notificación de las medidas de protección para las víctimas.

Cárdenas conoce de las estadísticas de los casos reportados de violencia contra los niños, niñas y adolescentes y las considera altas, “se suponía que al tener más tiempo con familia se desarrollaría mejor las relaciones interfamiliares, pero vemos que no”.

Y asegura que los hechos reales o las consecuencias del grado de violencia se reflejarán una vez que pasemos de color en la semaforización de la emergencia, o mucho tiempo después, quizás en meses o en años.

Fuente: El Tiempo