¿Cuáles son las alternativas para pasar al color amarillo en Cuenca?

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Una propuesta denominada tercera vía fue presentada por el Concejo Cantonal al alcalde Pedro Palacios con la finalidad de establecer protocolos que permitan dar paso a un semáforo amarillo en Cuenca, un pedido al que se suman sectores productivos.

El concejal Cristian Zamora, quien es proponente de la normativa, explica que el documento ha sido entregado a la alcaldía para que sea incluido en las medidas que toma la administración para una “nueva normalidad”.

El alcalde Pedro Palacios sostuvo que el objetivo de su administración es “primero preservar la salud y la vida” pero acotó que es consciente de la situación económica, por lo que mantiene reuniones con las cámaras de producción, artesanos y comerciantes.

Los sectores productivos piden que la Municipalidad dé celeridad a la elaboración de dichos protocolos, ya que la crisis económica está generando pérdidas que desembocan en despidos y cierres de negocios.

El Concejo Cantonal envió una propuesta a la Alcaldía para retomar actividades a través de protocolos.

El presidente ejecutivo de la Cámara de ComercioJaime Moreno, informó que sus socios están dispuestos a asumir medidas de protección necesarias “para no convertirse en focos de contagio”, aunque necesitan fechas para el retorno a las actividades.

La dirigente de los artesanos, Piedad Soto, se suma a este pedido. Afirma que su gremio ha sido capacitado para mantener las medidas de salubridad indicadas, y que por su profesión muchos ya fabrican sus propios equipos de protección.

El  dirigente hoteleroJuan Pablo Vanegas, sostiene que también están capacitados para recibir clientes, pero en su caso lo que requieren es una reactivación del sector a través de gestiones que permitan que vuelos humanitarios lleguen a Cuenca para que sus negocios tengan ocupación.

El sector de la construcción vuelve hoy al trabajo con un proyecto piloto en Praderas de Bemani, que marcará la pauta para que los demás sigan los protocolos que den resultado en este lugar.

El concejal Zamora indica que el Municipio no puede hacerse cargo de la vigilancia de medidas sanitarias en cada local comercial, fabrica o taller artesanal y propone asumir los protocolos que elaboran las cámaras.

También pide que se gestione un compromiso con los gremios para que sean ellos a través de sus socios quienes instauren una cadena de control “que nos permita cuidarnos los unos a los otros”.

Iniciativas

Mientras los protocolos llegan hay quienes se adelantan a la medida para reabrir sus puertas tan pronto como se les permita hacerlo.

Es el caso de David Rea, quien administra Rock Style Peluquería, un negocio que está cerrado desde el 13 de marzo y que ha aprovechado las últimas semanas de cuarentena para hacer adecuaciones a su local.

En la peluquería, un negocio de alto contacto, se capacita al personal para el uso de guantes y mascarilla de forma permanente y se ha ampliado los espacios para conservar la distancia debida. También se elabora un protocolo de desinfección constante.

Algo similar sucede en la tienda de ropa de Catalina Peña, quien está instalando un arco de desinfección en el ingreso de su local y ha adquirido un termómetro infrarrojo tipo pistola para evitar el ingreso de posibles pacientes con coronavirus.

“Nuestra principal preocupación son los probadores de ropa (…) estamos averiguando cómo podemos ajustarnos a las medidas sanitarias para desinfectar las prendas que no sean compradas, pero para toda inversión necesitamos que nos permitan trabajar” afirma.

La necesidad de recursos es más evidente entre los artesanos, muchos de los que han preferido cambiar de giro de negocio para obtener algo de recursos. Es el caso de Filomena Cordero, quien dejó sus artesanías de lado para preparar comida.

Ella y sus hijos hacen tamalespan y empanadas que luego entregan a domicilio. En la última semana decidieron sumarse a las decenas de artesanos que trabajan en la elaboración de mascarillas y equipos de protección.

El concejal Zamora indica que si bien es necesario resguardar la salud de los ciudadanos, “no es menos cierto que debemos poner los ojos en el desempleo y la crisis económica” la otra cara de la emergencia sanitaria.

Fuente: El Mercurio